Estado actual de la cobertura arbórea de Ecuador y sus regiones naturales. Oportunidades para mejorar los programas de conservación

Current status of tree cover in Ecuador and its natural regions. Opportunities for improving conservation programmes

 

Cristian Barros-Diaz [1] 0000-0003-0727-7996

 

[1] Fundación para la Conservación e Investigación JaPu, Francisco de Marcos 330 entre Chile y Chimborazo, Guayaquil, Ecuador.

2 Facultad de Ciencias Naturales, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Av. 12 de octubre y Vicente Ramón Roca Quito, Pichincha, Ecuador.

 

 

Resumen:

Este estudio examina la dinámica de la cobertura arbórea en Ecuador y sus regiones naturales durante el período 2000-2022, proporcionando una evaluación detallada del estado actual de los bosques en el país. Utilizando el conjunto de datos de Hansen Global Forest Watch y el análisis en Google Earth Engine, se identificaron tendencias clave en la pérdida y ganancia de cobertura arbórea. Los resultados revelaron una pérdida neta de 942,733 hectáreas durante el período de estudio, con una ganancia de 217,000 hectáreas hasta 2012. Los años 2012 y 2017 se identificaron como los de mayor pérdida de cobertura arbórea. Las regiones naturales del país también presentaron variaciones significativas en las tendencias de pérdida y ganancia de cobertura arbórea. Se destaca la Amazonia como la región con mayor pérdida, mientras que el bosque seco tropical y el páramo presentaron pérdidas menores en comparación. Este estudio subraya la necesidad de políticas de conservación más eficaces y específicas para cada región, especialmente en las zonas críticas de alta biodiversidad y servicios ecosistémicos. Además, se enfatiza la importancia de una monitorización más precisa y la inclusión de variables de uso del suelo para una comprensión más completa de la dinámica forestal en Ecuador.

Palabras clave: servicios ecosistémicos, pérdida de hábitats, bosque seco tropical, seguimiento por satélite, políticas de conservación.

 

 

Abstract:

This study examines the dynamics of tree cover in Ecuador and its natural regions over the 2000-2022 period, providing a detailed assessment of the current state of the country's forests. Utilizing the dataset by Hansen Global Forest Watch and analysis in Google Earth Engine, key trends in tree cover loss and gain were identified. The results revealed a net loss of 942,733 hectares during the study period, with a gain of 217,000 hectares up until 2012. The years 2012 and 2017 were identified as those with the highest tree cover loss. The country's natural regions also exhibited significant variations in tree cover loss and gain trends. The Amazon region stood out as having the greatest loss, while the tropical dry forest and paramo showed smaller losses in comparison. This study underscores the need for more effective and region-specific conservation policies, especially in critical areas of high biodiversity and ecosystem services. Furthermore, it emphasizes the importance of more precise monitoring and the inclusion of land-use variables for a more comprehensive understanding of forest dynamics in Ecuador.

Keywords: ecosystem services, habitat loss, tropical dry forest, satellite monitoring, conservation policies.

 

 

Introducción

 

Los ecosistemas forestales son un componente esencial de la biodiversidad global, destacando por su diversidad y singularidad en comparación con otros tipos de ecosistemas (FAO y UNEP, 2020). Los bosques ocupan aproximadamente el 31% de la superficie terrestre del planeta, siendo una combinación de bosques naturales y plantaciones que totalizan alrededor de 4.060 millones de hectáreas (GFW, 2020). Las funciones ecosistémicas de estos ecosistemas forestales son vitales para la vida en la Tierra, ya que contribuyen a la regulación del clima, el almacenamiento de carbono, el suministro de agua y, principalmente, albergan una inmensa biodiversidad (Foley, 2005). Sin embargo, la pérdida de cobertura arbórea se ha convertido en una problemática ambiental grave en Ecuador.

 

En el contexto de América Latina, Ecuador se encuentra en una situación particularmente preocupante. A pesar de su pequeño tamaño, el país alberga una de las mayores biodiversidades del mundo debido a su variedad de ecosistemas, desde los manglares costeros hasta los bosques nublados andinos y la selva amazónica (Bass et al., 2010). Sin embargo, la tasa de deforestación en Ecuador es una de las más altas de la región, con múltiples factores que contribuyen a esta realidad, como la expansión de la agricultura, la explotación de recursos madereros y no madereros, y la urbanización (Sierra, 2000; Mosandl et al., 2008).

 

Dada la importancia ecológica de los bosques ecuatorianos y la creciente amenaza de la deforestación, es imperativo contar con datos precisos y actualizados sobre la cobertura forestal del país. Afortunadamente, el desarrollo de la teledetección ha proporcionado nuevas herramientas para el seguimiento de la cobertura forestal. En particular, el conjunto de datos global de Hansen et al. (2013) creado en 2013, pero se ha sido actualizado hasta el 31 de diciembre del 2021, permitiendo un seguimiento anual de la cobertura forestal a nivel mundial desde el 2000.

 

En este sentido, es importante destacar que la conservación de los bosques no es solo una cuestión de biodiversidad, sino también de sostenibilidad socioeconómica. Los bosques proporcionan una serie de servicios ecosistémicos, que son beneficios directos e indirectos que las personas obtienen de los ecosistemas, como la provisión de alimentos, madera y otros materiales, la regulación del clima y la calidad del agua, y el soporte para la polinización y el control de plagas (Costanza et al., 1997; MEA, 2005). Por lo tanto, la pérdida de bosques tiene impactos profundos no solo en la biodiversidad, sino también en la economía y el bienestar de las comunidades locales y de la sociedad en general.

 

Además, el análisis de los cambios en la cobertura arbórea puede ayudar a identificar las causas subyacentes de la deforestación y la degradación forestal. Por ejemplo, el análisis de los patrones espaciales y temporales de la pérdida de bosques puede revelar las áreas donde la presión sobre los bosques es más alta, así como los periodos de tiempo cuando la deforestación se acelera o disminuye. Esta información puede ser útil para diseñar estrategias de conservación que se dirijan a las causas raíz de la pérdida de bosques, como la conversión de bosques en tierras agrícolas o la explotación insostenible de madera (Geist y Lambin, 2002).

 

El presente estudio pretende proporcionar una evaluación detallada y actualizada de la cobertura arbórea de Ecuador y sus regiones naturales, basada en el conjunto de datos de Hansen et al. (2013). Los resultados se utilizarán para identificar las oportunidades para mejorar los programas de conservación en el país, con un enfoque en la protección de los bosques como reservorios de biodiversidad y proveedores de servicios ecosistémicos. Al hacerlo, este estudio contribuirá a los esfuerzos para frenar la pérdida de bosques y promover la conservación y el uso sostenible de los recursos forestales en Ecuador.

 

Materiales y Métodos

 

El estudio analizó la cobertura arbórea (CA) del país y por cada región natural descrita para Ecuador, la información se encuentra en Bioweb (2023), siendo 10 regiones naturales en total (Figura 1).

 

Metodología

 

El análisis de la cobertura arbórea en Ecuador y sus regiones naturales se realizó en varias etapas, que incluyeron la recopilación y el procesamiento de datos satelitales, el análisis espacial y el mapeo de los resultados. En este estudio, se utilizó el conjunto de datos de Hansen et al. (2013) V1.9 (2000 - 2021), que proporciona información detallada sobre la cobertura arbórea global, la pérdida y la ganancia de la cobertura arbórea desde el 2000 hasta el 2021.

 

 

Recopilación y Procesamiento de Datos

 

La recopilación de datos se realizó utilizando Google Earth Engine y el script propuesto por Hansen et al. (2013) para este conjunto de datos (https://developers.google.com/earth-engine/tutorials/tutorial_forest_03). El conjunto de datos incluye información sobre la pérdida de cobertura arbórea (árboles de cinco metros de altura mínimo) de 2001 a 2021, y datos sobre la ganancia de cobertura arbórea hasta el año 2012. Cabe mencionar que la actualización de estos datos se realizó en 2022 y se almacena en la base de datos de Google (https://developers.google.com/earth-engine/datasets/catalog/UMD_hansen_global_forest_change_2021_v1_9#bands). La resolución de cada pixel es de 30 metros.

 

Además, se incorporaron otras fuentes de datos para complementar y verificar la precisión de la información obtenida del conjunto de datos de Hansen et al. (2013). Por ejemplo, para la delimitación del ecosistema de manglar, se utilizó la información proporcionada por el Ministerio de Ambiente de Ecuador del 2013. Para las demás regiones naturales de Ecuador, se utilizó la información disponible en Bioweb (2023).

 

Figura 1. Regiones Naturales de Ecuador.

 

Análisis Espacial

El análisis espacial se realizó utilizando el software QGIS 3.28. Este análisis implicó la cartografía de las bandas del conjunto de datos de Hansen y la medición de las áreas de cobertura arbórea para el año 2000 y 2022. Los cálculos se realizaron a nivel nacional y para cada región natural de Ecuador, según la clasificación de Bioweb (2023); además se calculó el porcentaje de la cobertura arbórea de cada pixel agrupándolo en grupos de 10 en 10, ejemplo: 1 al 10%, 11 al 20%...

 

Mapeo

Para visualizar los resultados, se crearon mapas de las áreas de cobertura arbórea para el año 2000 e inicios del 2022. Estos mapas permiten identificar los cambios en la cobertura arbórea a lo largo del tiempo y resaltar las áreas de mayor pérdida y ganancia.

 

Es importante mencionar que, aunque el conjunto de datos de Hansen et al. (2013) es una herramienta valiosa para el análisis de la cobertura arbórea, tiene algunas limitaciones. Por ejemplo, no proporciona información sobre el uso del suelo y no distingue entre bosques naturales y plantaciones de árboles (Vieilledent, 2018). Por lo tanto, los resultados obtenidos en este estudio deben interpretarse con cuidado, teniendo en cuenta estas limitaciones.

 

Interpretación de los Datos

Se tomó precaución en la interpretación de los datos de ganancia de cobertura arbórea, ya que el conjunto de datos de Hansen no distingue entre la regeneración natural y las plantaciones de árboles comerciales (Tropek et al., 2014). Por lo tanto, la "ganancia" de cobertura arbórea reportada no se sumó directamente a la cobertura arbórea total, sino que se consideró por separado en el análisis.

 

Análisis de Tendencias

Para comprender las tendencias en la pérdida y ganancia de la cobertura arbórea, se graficó la perdida de cobertura arbórea por año. Esto ayudó a identificar los años con la mayor pérdida y ganancia de cobertura arbórea, y a detectar posibles patrones en estos cambios a lo largo del tiempo.

 

Estratificación por Regiones Naturales

Finalmente, se realizó una estratificación de los datos por regiones naturales de Ecuador, según la clasificación de Bioweb (2023) (Figura 1). Este enfoque permitió evaluar la variación en la pérdida y ganancia de la cobertura arbórea entre las diferentes regiones, y proporcionó una imagen más detallada de los cambios en la cobertura arbórea a nivel del país.

 

Resultados

 

Ecuador

Para el año 2000, la cobertura arbórea total en Ecuador se estimó en aproximadamente 20 001 196 ha (Figura 3 arriba izquierda). Para principios de 2022 (Figura 3 arriba derecha y figura 4), esta cifra se había reducido a aproximadamente a 19 154 923 ha, lo que representa una pérdida neta en 21 años de 942 733  ha. Sin embargo, también registramos una ganancia de cobertura arbórea hasta 2012 de 217,000 ha (Tabla 1). Cabe destacar que no sumamos la "ganancia" a la cobertura arbórea total, ya que el conjunto de datos de Hansen no distingue entre la regeneración natural y las plantaciones de árboles comerciales. Los años con mayor pérdida de cobertura arbórea fueron 2012 y 2017 (Figura 2). Este patrón puede estar relacionado con eventos específicos, como cambios en la política de uso del suelo, eventos climáticos extremos o cambios en la economía local. Adicionalmente, se obtuvo que Ecuador cuenta con una cobertura arbórea predominantemente por encima del 80% de calidad (Tabla 2)

 

Tabla 1. Pérdida anual de cubierta arbórea de 2001 a 2021, aumento de cubierta arbórea de 2001 a 2021, cubierta arbórea de diciembre de 2000 y enero de 2021.

Año

Pérdida de cubierta arbórea (ha)

Año

Pérdida de cubierta arbórea (ha)

Año

Pérdida de cubierta arbórea (ha)

2001

45 570

2008

52 294

2015

32 541

2002

30 170

2009

58 446

2016

47 817

2003

14 097

2010

34 101

2017

75 150

2004

37 893

2011

44 180

2018

40 894

2005

40 934

2012

77 520

2019

37 663

2006

36 042

2013

56 408

2020

51 512

2007

61 536

2014

35 866

2021

32 099

 

Pérdida total (21 años)

Ganancia (hasta 2012)

 

Cobertura arbórea

942 733 ha

217 000 ha

Dic. 2000

Ene. 2022

20 001 196 ha

19 154 923

Nota: No se sumó la “ganancia” a la cobertura arbórea debido a que el ráster de ganancia de cobertura arbórea se desconoce si son zonas que sufrieron cambio de uso de suelo para sembrar árboles comérciales.

 

 

 

Tabla 2. Porcentaje de la cobertura arbórea en el año 2000 y 2022.

Rangos de la CA

Año 2000

Año 2022

Porcentaje en el 2000

Porcentaje en el 2022

Porcentaje de CA pérdida de 21 años de cada rango

1 - 10

477 450

412 837

2.38

2.05

13.53

11 - 20

400 796

400 781

1.99

1.99

0.00

21 - 30

296 015

291 842

1.47

0.15

89.92

31 - 40

326 083

325 148

1.62

1.62

0.29

41 - 50

754 620

754 614

3.75

3.75

0.001

51 - 60

970 132

970 015

4.83

4.83

0.01

61 - 70

584 257

551 148

2.91

2.74

5.67

71 - 80

972 638

952 486

4.84

4.74

2.07

81 - 90

2 344 954

2 322 541

11.67

11.56

0.96

91 - 100

12 970 711

12 173 511

64.54

61.88

4.13

 

20 097 656

19 154 923

 

 

 

 

 

Regiones Naturales

Al estratificar los datos por regiones naturales de Ecuador, observamos variaciones significativas en la pérdida y ganancia de cobertura arbórea. En la Tabla 3, se presentan los datos desglosados por región, incluyendo la cobertura arbórea en el año 2000 (CA1), la pérdida de cobertura arbórea del 2001 al 2021 (PT), la ganancia de cobertura arbórea del 2001 al 2012 (GA) y la cobertura arbórea en 2022 (CA2). Algunas regiones, como la Amazonia y el Chocó Selva Tropical, presentaron pérdidas de cobertura arbórea superiores a las 200,000 ha durante el periodo de estudio. Sin embargo, otras regiones como el Páramo y el Arbusto seco, presentaron pérdidas de cobertura arbórea mucho menores. Esto indica que los factores que contribuyen a la pérdida de cobertura arbórea pueden variar considerablemente entre las regiones.

 

La región del manglar presentó una pérdida mínima de cobertura arbórea, lo que sugiere que las estrategias de conservación en esta área pueden estar teniendo un impacto positivo. No obstante, esta interpretación debe tomarse con precaución, ya que el conjunto de datos de Hansen puede tener una precisión limitada en este tipo de ecosistemas.

   

Figura 2. Pérdida anual de cubierta arbórea de 2001 a 2021 en Ecuador.

 

Tabla 3. Análisis en hectáreas (ha) de: CA: cobertura arbórea de las regiones naturales de Ecuador, en el año 2000 (CA 1) y 2022 (CA 2), PT: perdida de cobertura del 2001 al 2021 y ER: extensiones de cada región natural por bioweb (2023).

 

CA 1

PT

CA2

Bosque caducifolio

1633641

92 129.07

1 541 070.15

Amazonia

7212906

365 278.73

6 847 185.49

Arbusto andino

579527

17 537.33

561 547.89

Choco Selva Tropical

2555315

235 685.18

2 319 188.04

Arbusto seco

177733

6 372.18

170 919.04

Estribaciones orientales

1,286,370

61 909.14

1 224 019.08

Montañas orientales

2916498

46 218.22

2 869 838

Páramo

497281

13 393.19

483 446.03

Estribaciones occidentales

1410958

51 809.33

1 358 706.89

Montañas occidentales

1643184

47 593.83

1 595 148.39

Manglar

87 783

389

87,394

Total

20 001 196

 

937 926.2

19 058 463

Nota: No se sumó la “ganancia” a CA2, debido a que el ráster de ganancia de cobertura arbórea se desconoce si es cobertura natural, o son zonas que sufrieron cambio de uso de suelo para sembrar árboles comérciales.

 

 

Figura 3. Cobertura arbórea 2000 (arriba izquierda), Cobertura arbórea 1 enero del 2022 (Arriba derecha), perdida de cobertura arbórea 2001-2021(abajo izquierda) y “ganancia” hasta el 2012 (abajo derecha).

           

Figura 4. Cobertura arbórea de Ecuador el primero de enero del 2022. Las zonas azules demarcan las zonas con una calidad de cobertura alta, mientras que las zonas amarillas indican áreas medianamente en buen estado y las rojas, muy pésima cobertura.

Discusión

 

Los resultados obtenidos en este estudio evidencian el cambio considerable en la cobertura arbórea de Ecuador y sus regiones naturales en el transcurso de dos décadas. Es importante resaltar que, aunque las cifras de pérdida de cobertura arbórea son significativas (Tabla 1), también se ha observado una ganancia de cobertura arbórea hasta el año 2012. Esta ganancia, aunque no se sumó al total de cobertura arbórea debido a la limitación del conjunto de datos de Hansen en diferenciar entre la regeneración natural y las plantaciones de árboles comerciales (Hansen et al., 2013), también puede indicar ciertos esfuerzos de reforestación o regeneración natural en ciertas áreas. En las figuras 3 se puede observar que las zonas de mayor pérdida de cobertura están en las zonas norte de Ecuador, tanto al oriente como al occidente (Esmeraldas principalmente), siendo las zonas de mayor prioridad para tomar medidas de mitigación y protección de la naturaleza. Por otra parte, Ecuador para el año 2000 contaba con 20 001 196 de ha de CA (árboles con altura mínima de 5 metros) y desde el 1 de enero del 2001 al 31 de diciembre del 2021 perdió 937 926.2 ha de CA representando una pérdida del 4.69%; cabe recordar que la desventaja de esta metodología es que no se puede determinar la causa exacta de la perdida. Por otra parte, el país contaba con cobertura arbórea de una calidad mínima del 80% por pixel (30 metros) del 11.67%, y el 64.54% representaba una cobertura de una calidad mínima del 90% (Tabla 2), y para inicios del 2022 estos porcentajes disminuyeron a 11.56 y 61.88% respectivamente con respecto a la CA del año 2000.

 

 

Consecuentemente, la pérdida de cobertura arbórea en las distintas regiones naturales de Ecuador varía de manera significativa, lo que puede indicar la influencia de factores regionales y locales en la deforestación. Estos factores pueden incluir, pero no se limitan a, la presión demográfica, la actividad económica, las políticas de uso del suelo y los eventos climáticos extremos (DeFries et al., 2010). Además, el año 2012 y 2017 se destacaron como años con mayor pérdida de cobertura arbórea en Ecuador. Este patrón puede estar relacionado con eventos específicos, como cambios en la política de uso del suelo, eventos climáticos extremos, cambios en la economía local entre otros, lo cual requeriría un análisis más profundo para su confirmación (Barlow et al., 2016).

 

En la Amazonía, por ejemplo, la pérdida de cobertura arbórea fue especialmente severa, con más de 365,000 ha perdidas en dos décadas. Esta pérdida puede estar relacionada con la expansión de la agricultura y la explotación maderera, dos actividades que han sido identificadas como principales motores de la deforestación en la región (Rudel et al., 2005). Sin embargo, también se observó una ganancia de cobertura arbórea en esta región, lo que sugiere que algunos bosques pueden estar recuperándose de la perturbación o por siembre de especies maderables y comerciales.

 

En el Chocó Selva Tropical, otra región con una pérdida significativa de cobertura arbórea, los factores que contribuyen a la deforestación pueden ser diferentes. Este ecosistema es uno de los más biodiversos del mundo, pero también es altamente vulnerable a la perturbación debido a su clima húmedo y a la presencia de especies endémicas y especializadas (Myers et al., 2000). La deforestación en esta región puede estar impulsada por la expansión de la agricultura de subsistencia y la explotación ilegal de madera (Balmford et al., 2002). Sin embargo, la pérdida de cobertura arbórea en esta región fue menor que en la Amazonía, lo que puede reflejar las diferencias en las políticas de conservación y las presiones demográficas.

 

La región del Manglar, por otro lado, presentó una pérdida mínima de cobertura arbórea. Aunque esta pérdida puede ser en parte atribuida a la precisión limitada del conjunto de datos de Hansen en este tipo de ecosistemas, también es posible que las políticas de conservación en esta área estén teniendo un impacto positivo. Los manglares son ecosistemas altamente productivos que proporcionan una serie de servicios ecosistémicos, incluyendo la protección de la costa, la provisión de hábitats para la vida silvestre y la captura de carbono (Barbier et al., 2011). Sin embargo, también son altamente vulnerables al cambio climático y a las actividades humanas, como la conversión de tierras para la acuicultura (Alongi, 2002). Por lo tanto, intensificar los esfuerzos para conservar estos ecosistemas son esenciales para la sostenibilidad de las costas de Ecuador.

 

En las regiones del Páramo y el Arbusto seco, la pérdida de cobertura arbórea fue relativamente baja. Estas regiones son menos densamente pobladas y tienen tasas de deforestación más bajas que las regiones de bosque húmedo (Etter et al., 2006). Sin embargo, también son altamente vulnerables al cambio climático, que puede alterar los patrones de precipitación y aumentar la frecuencia de los incendios forestales (Poulter et al., 2010). En estas regiones, es posible que las estrategias de conservación deban centrarse en la adaptación al cambio climático y en la gestión del fuego, en lugar de en la prevención de la deforestación.

 

Un aspecto crítico que vale la pena discutir es la situación particular del bosque seco tropical en Ecuador. Esta eco-región, que se extiende a lo largo de la costa oeste del país, es uno de los ecosistemas más amenazados y menos protegidos en el mundo (Janzen, 1988). A pesar de su importancia para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, el bosque seco tropical ha sido ampliamente convertido para la agricultura, la ganadería y otras actividades humanas (Miles et al., 2006). Los resultados indican que el bosque seco tropical en Ecuador también ha experimentado una pérdida significativa de cobertura arbórea durante el periodo de estudio. Sin embargo, la tasa de pérdida fue menor que en otras regiones, como la Amazonia y el Chocó Selva Tropical. Esto puede reflejar la ya reducida extensión de este ecosistema, pero también puede sugerir que las estrategias de conservación en esta área están teniendo un impacto.

 

Es importante destacar que la conservación del bosque seco tropical requiere enfoques específicos que consideren su ecología única y los desafíos particulares que enfrenta. Por ejemplo, debido a su estacionalidad marcada y su alta variabilidad interanual en la precipitación, el bosque seco tropical es especialmente vulnerable al cambio climático (Murphy y Lugo, 1986). Además, la conservación de este ecosistema debe abordar las presiones específicas de la agricultura y la ganadería, que son actividades predominantes en estas áreas. Por lo tanto, al planificar y llevar a cabo los esfuerzos de conservación en Ecuador, es esencial considerar no sólo la pérdida de cobertura arbórea, sino también la calidad y la composición de los bosques restantes. Además, es crucial considerar las variaciones en las presiones y amenazas que enfrentan los diferentes ecosistemas y diseñar estrategias de conservación que sean adecuadas para cada contexto.

 

Asimismo, es importante considerar la posibilidad de que la pérdida de cobertura arbórea en algunas regiones pueda estar compensada por la ganancia de cobertura arbórea en otras. Este fenómeno, conocido como desplazamiento de la deforestación, puede ocurrir cuando las medidas de conservación en una región provocan que la presión de la deforestación se traslade a otra (Ewers y Rodrigues, 2008). Un análisis más detallado de los patrones espaciales y temporales de la pérdida y ganancia de cobertura arbórea podría ayudar a identificar la posible presencia de este fenómeno en Ecuador.

 

Estos resultados son una herramienta a implementarse en futuros a áreas protegidas públicas, privadas y comunales, en sus programas de conservación, ya que estas iniciativas pueden tener un impacto positivo en la reducción de la pérdida de cobertura arbórea. Ya que han demostrado que las áreas protegidas pueden ser efectivas para conservar los bosques y la biodiversidad (Geldmann et al., 2013). Sin embargo, también es importante señalar que la eficacia de las áreas protegidas puede variar significativamente en función de una serie de factores, como el nivel de implementación y cumplimiento de las regulaciones, la presencia de amenazas en las áreas circundantes y el apoyo local a las medidas de conservación (Leverington et al., 2010). Por lo tanto, es fundamental que los programas de conservación se diseñen y gestionen de manera que aborden estos datos para maximizar su impacto y generar conectividad entre las áreas protegidas.

 

Asimismo, debemos señalar que, aunque los programas de conservación pueden ayudar a reducir la pérdida de cobertura arbórea, no pueden eliminar completamente las amenazas a los bosques. Además de las medidas de conservación en sitio, también es esencial abordar las causas subyacentes de la pérdida de cobertura arbórea, como las políticas de uso del suelo, las prácticas agrícolas insostenibles y la demanda de madera y otros productos forestales (Lambin et al., 2001). Esto requerirá un enfoque integrado que combine la conservación en sitio con políticas y medidas a nivel nacional e internacional.

 

Por todo lo anteriormente expuesto, el presente estudio proporciona un panorama detallado de los cambios en la cobertura arbórea en Ecuador y sus regiones naturales, siendo el primer estudio hecho para el país. Los resultados subrayan la necesidad de esfuerzos de conservación sostenidos y estrategias integradas para abordar la pérdida de cobertura arbórea. También se resalta la importancia de considerar la variación regional en las estrategias de conservación y de abordar las causas subyacentes de la pérdida de cobertura arbórea. A medida que avanzamos hacia un futuro incierto con el cambio climático y otras presiones antropogénicas, la conservación de los bosques de Ecuador será cada vez más crítica para la protección de la biodiversidad global y la provisión de servicios ecosistémicos vitales.

 

Financiamiento

El presente proyecto no contó con financiamiento.

 

Conflicto de intereses

El presente proyecto no tiene ningún tipo de conflicto de interés.

 

Contribuciones de autoría

Análisis y escritura

 

Mensajes clave

¿Qué se sabe sobre el tema?

 

La cobertura arbórea es un componente vital de la biodiversidad del planeta y juega un papel crucial en la prestación de servicios ecosistémicos, incluyendo la regulación del clima, el almacenamiento de carbono, y el suministro de agua. En Ecuador, como en muchos países con una rica biodiversidad, la pérdida de cobertura arbórea debido a la deforestación y otros factores es una preocupación significativa. Aunque existen estimaciones generales de la pérdida de cobertura arbórea a nivel global, a menudo se carece de análisis más detallados y actualizados a nivel de país o región, particularmente en lugares con alta diversidad de ecosistemas como Ecuador.

 

¿Qué añade el estudio realizado a la literatura?

 

Este estudio proporciona una evaluación detallada y actualizada de la dinámica de la cobertura arbórea en Ecuador y sus regiones naturales durante el período 2000-2022. Utilizando el conjunto de datos de Hansen et al. (2013) y realizando análisis en Google Earth Engine, el estudio ofrece una visión más precisa de las tendencias de pérdida y ganancia de cobertura arbórea en el país. Además, el estudio destaca las diferencias regionales significativas en estas tendencias, lo que subraya la necesidad de políticas de conservación más eficaces y específicas para cada región. Por último, el estudio enfatiza la importancia de una monitorización más precisa y la inclusión de variables de uso de la tierra para una comprensión más completa de la dinámica forestal en Ecuador.

 

Referencias

 

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