Pobreza y movilidad social educativa en Guatemala. El ascensor social camina lentamente.
Poverty and educational social mobility in Guatemala. Social upgrading proceeds slowly
Guillermo Osvaldo Díaz Castellano[1]
Información del artículo
Fecha de recepción: 18 de Octubre de 2017.
Fecha de aceptación: 8 de Marzo de 2017.
Resumen
Este artículo tiene por objeto describir la evolución de la pobreza y la movilidad social educativa en Guatemala, a partir de la elaboración de un modelo de regresión logarítmica y las matrices de transición con datos de encuestas de condiciones de vida del período 2000-2014. Los resultados muestran que en este período si bien la movilidad social educativa a nivel país ascendió, disminuyó el poder de explicación de la influencia de la educación del padre en la educación de los hijos. Se registra mayor movilidad educativa en hombres, no indígenas, y de no más de 40 años, predominando la movilidad educativa ascendente de corta distancia.
Palabras clave: Pobreza, trampa de pobreza, movilidad social, movilidad educativa, educación.
Clasificación JEL: A1, A14, J16.
Abstract
This article purports to describe poverty, social evolution and educational mobility in Guatemala; it is based on a logarithmic regression model and on transition matrices with data derived from living conditions surveys for the period 2000-2014. The results show that in that period, although educational and social mobility increased at the country level, the influence of the father's education on children’s education decreased. Greater educational mobility was found to occur in non-indigenous men younger than forty. Short-distance upward educational mobility was predominant.
Keywords: Poverty, poverty trap, social mobility, educational mobility, education.
JEL Classification: A1, A14, J16
Introducción
Durante la primera década y media del siglo XXI, Guatemala experimentó cambios en indicadores sociales, observándose descenso y aumento de indicadores de pobreza y educación. De acuerdo a CEPAL (2014), en el período 1999-2014 mientras en la mayoría de países de América Latina se produjo un descenso continuo y en monto importante de la pobreza, de 44% a 28%, en Guatemala la reducción fue por corto período y de baja cuantía, ocho puntos porcentuales. En el caso de la educación las estadísticas evidenciaron un lento aumento de los indicadores de cobertura, aunque en el nivel primario, al igual que en la pobreza, se produjo retroceso. Este artículo tiene como propósito describir la evolución de la pobreza y de la movilidad social educativa en Guatemala, en el período 2000-2014. Para el efecto, se estimaron y analizaron índices de movilidad educativa de la población según edad, sexo y grupo étnico, entre otras variables. Los índices se calcularon con base en una matriz de transición y estimando una regresión logarítmica, donde la variable dependiente es la educación del hijo y la variable explicativa la educación del padre.
La trampa de la pobreza
Producto de la alta desigualdad existente en la distribución del ingreso, el índice de Gini a 2009 era de 0.57 (Banco Mundial, 2009), Guatemala era uno de los países más pobres del continente americano. Las estadísticas sobre pobreza revelan que en las pasadas cuatro décadas se redujo la tasa de pobreza, pero aún es alta, alrededor de 60% a 2016 (INE, 2015). Hacia finales del decenio de 1970 se estimaba que el 79% de la población estaba en estado de pobreza, del cual 52% correspondía a extrema pobreza CIDE, 1982). Para 1989 el panorama de la pobreza presentaba un importante cambio, pues el 63% de la población, equivalente a 5.5 millones de personas, se encontraba en situación de pobreza. De ellas casi la mitad (2.8 millones) se encontraban en situación de extrema pobreza, pues su ingreso per cápita era menor a un dólar por día. Nuevos estudios revelaron que la pobreza se redujo a 57% en 2000 y a 51% en 2006 (PNUD, 2008). No obstante, el número de personas que estaban por debajo de la línea de pobreza continuaba siendo alto, equivalente a 6.6 millones de personas en 2006, es decir que en términos absolutos aumentó el número de pobres. El más reciente estudio del INE (2015) reveló que la magnitud de la pobreza en Guatemala es del 59%, tasa superior a la observada en 2006 (ver Figura 1). En cuanto a la pobreza extrema, se redujo solo casi un punto porcentual en el período 2000-2006, para aumentar ocho puntos porcentuales, (23%) en 2014.
Figura 1. Guatemala: Tasa de pobreza. Período: 2000-2014.
Fuente: INE, 2015.
La evolución de la tasa de pobreza en el período 2000 a 2014, (Figura 1), reveló que amplios sectores de la población se encontraban en situación de trampa de pobreza, en el sentido que afrontaban de forma sistemática dificultades para lograr niveles mínimos de bienestar en el tiempo (Barrientos, 2007). El concepto trampa de pobreza se refiere a condiciones de baja movilidad socioeconómica, es decir, integrantes de una familia quedan atrapados en situación de pobreza de generación en generación. Un factor determinante en la transmisión intergeneracional de la pobreza es que las familias no tienen recursos para acumular capital, en particular capital humano. Las necesidades económicas de la familia causan que niños y jóvenes abandonen la educación para trabajar, por lo que su nivel educativo como padres será bajo e incidirá en un bajo nivel educativo de sus hijos. En Colombia, Nina y Grillo (2000) investigaron la relación entre educación, movilidad social y trampa de la pobreza, determinando que el 30% más pobre de la población tiene alto grado de inmovilidad o herencia social, es decir, los hijos reprodujeron el nivel educativo de los padres. En México, Martell (2016) analizó trampas de pobreza a nivel regional, identificando su existencia a nivel geográfico en las zonas Centro y Sur. Además, refiere que en el período 1989-2000 se mantuvo estable el porcentaje de adultos entre 25 y 30 años de edad con educación secundaria completa, fenómeno que identifica como trampa de pobreza a largo plazo, porque la población se queda en dicho nivel educativo.
Evolución de la cobertura educativa
El acceso a la educación en Guatemala en el período 2000 a 2014 evidenció crecimiento, aunque la tasa se desaceleró con el tiempo y en el caso de la educación primaria se redujo (ver Figura 2). La tasa neta de cobertura, que comprende a la población estudiantil respecto a la población en edad de estudiar, disminuyó conforme aumentaba el nivel educativo. En 2001 la tasa de cobertura neta de educación primaria era de 86% y aumentó al máximo de 97% en 2009, para luego disminuir a 93% en 2011 y a 85% en 2014. En el nivel básico, que comprende tres años de estudio, la tasa de cobertura neta subió de manera constante de 29% a 44% entre 2001 y 2014. Estos datos reflejaron que la asistencia escolar se redujo casi a la mitad, del nivel primario al nivel básico, y de este al nivel diversificado o preuniversitario (del 16% al 24% entre 2001 y 2014).
Figura 2. Guatemala: Tasa neta de cobertura educativa, período 2000-2014.
Fuente: Ministerio de Educación, 2014.
Movilidad social y su cuantificación
Bendix y Lipset (1969) y Mayer (1976) definen la movilidad social como el proceso mediante el cual las personas pasan de un estrato social a otro, así también es el movimiento de indicadores de estatus socioeconómico en el tiempo, incluyendo la educación (Conconi, Cruces, Olivieri, y Sánchez, 2008). La movilidad puede ser horizontal cuando el individuo se traslada de una posición a otra igual que la de origen, o vertical, que comprende la transición de un estrato social a otro. También puede ser ascendente o descendente, individual o en grupo, y puede ocurrir en el campo económico, ocupacional, político u otro. La movilidad social del individuo puede darse entre generaciones, más específicamente entre padre e hijo, debido a cambio de ocupación, clase social u otra variable a lo largo de la vida del individuo, siendo de tipo intrageneracional. Por otra parte, está la movilidad absoluta y relativa. La primera hace referencia al número absoluto, generalmente expresado en términos relativos de una clase social que se mueven, mientras que la segunda trata de la probabilidad de las personas de moverse de su clase social de origen a otra clase distinta (Sorokin, 1956).
Existen diversas teorías que buscan explicar las causas de la movilidad social. Una de las más difundidas es la denominada teoría liberal que sustenta la existencia de una fuerte conexión entre industrialización y movilidad social. La teoría liberal sostiene que en las sociedades industriales se da una mayor igualdad de oportunidades de movilidad que en las no industriales. El desarrollo económico, en especial el crecimiento del sector servicios, genera las condiciones para que aumenten las ocupaciones técnicas y profesionales (Echeverría, 1999). En sociología existen múltiples enfoques, tanto cuantitativos como cualitativos, para cuantificar y estudiar la movilidad social de una sociedad determinada. Barber (1964) ilustró el uso de matrices de transición ocupacional entre padres e hijos en diversos estudios.
Metodología
Para la realización de esta investigación se aplicó una matriz de transición, la cual de acuerdo con Cachón (2001) consta de filas (categorías de origen, por ejemplo, educación del padre) y columnas (categorías de destino, por ejemplo, educación del hijo). La interpretación de la matriz se ilustra en la Figura 3, donde la variable identificada con la letra a muestra el total de individuos, el rectángulo identificado con la letra b muestra el total de individuos en la categoría de origen y el identificado con la letra c, el total de individuos en la categoría de destino. La diagonal que contiene la letra d muestra el total de individuos que mantienen la misma posición de origen; mientras que el triángulo con la letra e1 identifica la movilidad ascendente y la letra e2 identifica la movilidad descendente.
Figura 3. Matriz de transiciones.
Fuente: Cachón, 2001.
Con base en la matriz se calculan los siguientes índices:
1) Índice de estabilidad bruta:
2) Índice de movilidad bruta:
3) Índice de movilidad ascendente: , cuando j > 1
4) Índice de movilidad descendente: , cuando j < 1
De las matrices de transición también puede obtenerse el índice de movilidad propuesto por Shorrocks (1978):
Dónde:
0M(P) 1, n = número de rangos, Traza(P) = sumatoria de la diagonal de la matriz
Si el índice obtenido es igual a uno muestra una movilidad total o perfecta, en tanto que su valor es cero muestra inexistencia de movilidad, que implica la existencia de una sociedad cerrada.
Solon (1992) para medir la movilidad inter-generacional de ingreso en Estados Unidos de América usó regresiones logarítmicas, así también lo hizo Mediavilla (2004) para medir la movilidad educacional en Brasil, de la siguiente forma: . Los términos y representan el nivel educativo de hijos y padres, respectivamente, medidos en logaritmos y como desviación de las medias respectivas. La indica el grado de persistencia intergeneracional educativa. En consecuencia, 1 - expresa el grado de movilidad educacional entre generaciones.
Se utilizaron los datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de los años 2000, 2006 y 2014 (INE, 2002, 2007 y 2015), correspondientes a las variables: edad, sexos, nivel educativo del padre, nivel educativo de la madre, nivel educativo del entrevistado, lugar de residencia y grupo étnico, de las personas mayores de 25 años. Se elaboró una regresión logarítmica para medir la movilidad social educativa de los hijos con respecto a los padres, con base en Solon (1992) y Mediavilla (2004), y se utilizaron matrices de transición para desagregar la movilidad social educativa, a través de índices de movilidad ascendente, descendente, de corta y de larga distancia.
Resultados
Movilidad educativa
Los resultados obtenidos en las distintas regresiones (ver Tabla 1) indican que la educación del padre explicaba, en el año 2000, entre 15% y 37% el nivel educativo de los hijos. El grado de determinación (R2) era más bajo en el grupo étnico indígena y en el área rural, así como más alto en mujeres y en el área urbana. En la variable edad los resultados indican una mayor bondad de ajuste en la cohorte de más de 40 años, con un R2 igual a 0.35.
Tabla 1
Movilidad social educativa de adultos mayores de 25 años, año 2000.
Variable |
Beta |
Movilidad |
R2 |
No. observaciones |
País |
0.70* |
0.3 |
0.34 |
9,808 |
Hombres |
0.67* |
0.33 |
0.32 |
4,601 |
Mujeres |
0.72* |
0.28 |
0.37 |
5,207 |
No indígenas |
0.62* |
0.39 |
0.33 |
5,370 |
Indígenas |
0.61* |
0.39 |
0.17 |
4,438 |
Mayores de 40 años |
0.73* |
0.27 |
0.35 |
5,772 |
De 40 años y menos |
0.61* |
0.39 |
0.3 |
4,036 |
Urbano |
0.68* |
0.33 |
0.36 |
2,671 |
Rural |
0.54* |
0.46 |
0.15 |
7,137 |
<p0.05 |
||||
Fuente: Elaboración propia, con base en Encovi 2000. (INE, 2002). |
La matriz de transición (ver Tabla 2) muestra índices de inmovilidad que implican una probabilidad de al menos 50% de que los hijos repliquen la educación del padre; en los casos de la educación primaria y universitaria es casi 60%, reafirmándose lo encontrado por Solon (1992), sin embargo en Guatemala la probabilidad de hijos universitarios con padres de educación primaria es muy baja (0.01), mientras que Perú registraba 12.3% (Mediavilla y Calero, 2010).
Tabla 2.
Matriz de transición de la educación de padre a hijo de adultos mayores de 25 años, año 2000.
Padre\hijo |
Primaria |
Básico |
Bachillerato |
Universidad |
Primaria |
0.60 |
0.36 |
0.04 |
0.01 |
Básico |
0.13 |
0.50 |
0.27 |
0.09 |
Bachillerato |
0.03 |
0.12 |
0.53 |
0.31 |
Universidad |
0.01 |
0.03 |
0.36 |
0.61 |
Fuente: Elaboración propia, con base en Encovi 2000. (INE, 2002). |
A partir de la matriz de transición se calcularon los índices de movilidad ascendente y descendente (ver Tabla 3), siendo la primera superior (0.381) y explicando el 88.4% de la movilidad social educativa. Sin embargo, se observa que predominaba la movilidad de corta distancia y la movilidad de larga distancia era reducida.
Tabla 3.
Índice de movilidad social educativa, año 2000.
Índice |
Porcentaje de explicación de la movilidad |
|
Movilidad |
0.431 |
|
Movilidad ascendente |
0.381 |
88.40% |
Movilidad descendente |
0.050 |
11.60% |
Movilidad de corta distancia |
0.374 |
86.80% |
Movilidad de larga distancia |
0.057 |
13.20% |
Fuente: Elaboración propia, con base en Encovi 2000. (INE, 2002). |
Aunque en el 2006 la movilidad en Guatemala fue de 0.36, superior al del 2000, se reafirmó la existencia de baja movilidad social educativa. Persistía la desigual movilidad educativa a favor de los hombres, 0.38 contra 0.26 para las mujeres, lo que significó que la brecha se amplió a doce puntos porcentuales en seis años, y en esta ocasión sí se encontró diferencias entre grupos étnicos, siendo superior para los indígenas. En cuanto a la matriz de transición confirmó nuevamente una baja probabilidad de hijos universitarios con padres de educación primaria. El índice de movilidad en 2006 fue de 0.44, similar al del año 2000 y el índice de movilidad ascendente fue de 0.39 y explicaba un 88%, de la movilidad educativa. La movilidad de larga distancia se mantuvo baja.
En el período 2006 a 2014 la movilidad social educativa a nivel país ascendió a 0.44 (ver Tabla 4), sin embargo el coeficiente de determinación revela que disminuyó el poder de explicación de la influencia de la educación del padre en la educación de los hijos. La movilidad social educativa de los hombres continuó siendo mayor que la de las mujeres, aunque se redujo la diferencia, a ocho puntos porcentuales contra doce puntos porcentuales de 2006; lo mismo puede decirse en las categorías de grupo étnico y lugar de residencia. Por el contrario, se amplió la diferencia entre cohortes de edad a favor de los menores de 40 años.
Tabla 4.
Movilidad social educativa de adultos mayores de 25 años, año 2014. |
||||
Variable |
Beta |
Movilidad |
R2 |
Número de observaciones |
País |
0.56* |
0.44 |
0.21 |
17,938 |
Hombres |
0.54* |
0.46 |
0.21 |
8,244 |
Mujeres |
0.62* |
0.38 |
0.2 |
9,694 |
No indígenas |
0.51* |
0.49 |
0.21 |
11,492 |
Indígenas |
0.55* |
0.45 |
0.12 |
6,393 |
Mayores de 40 años |
0.61* |
0.39 |
0.22 |
10,299 |
De 40 años y menos |
0.44* |
0.56 |
0.17 |
7,115 |
Urbano |
0.52* |
0.48 |
0.23 |
7,815 |
Rural |
0.49* |
0.51 |
0.12 |
10,123 |
Nota: *=Significativo al 5% |
||||
Fuente: Elaboración propia, con base en Encovi 2014. (INE, 2015). |
La matriz de transición (ver Tabla 5) presenta una tasa menor de reproducción en la educación primaria y una mayor probabilidad de que hijos de padre con educación primaria puedan acceder a un mayor nivel educativo. La probabilidad de hijos universitarios de padres con estudios de educación primaria era reducida, 0.06.
Tabla 5.
Matriz de transición de la educación de padre a hijo de adultos mayores de 25 años, año 2014.
Padre/hijo |
Primaria |
Bachillerato |
Universidad |
Primaria |
0.56 |
0.38 |
0.06 |
Bachillerato |
0.13 |
0.59 |
0.28 |
Universidad |
0.05 |
0.36 |
0.59 |
Fuente: INE, 2015. |
La tabla 6 muestra estancamiento en el índice de movilidad (0.43) y la movilidad predominante continuó siendo la de tipo ascendente de corta distancia, es decir, los hijos aumentaron su educación respecto al padre en un nivel educativo. Si bien la movilidad de larga distancia aumentó, fue reducido el incremento registrado.
Tabla 6.
Índices de movilidad social educativa, año 2014.
Tipo de movilidad Índice |
Porcentaje de explicación de la movilidad |
|
Movilidad |
0.43 |
|
Movilidad ascendente |
0.39 |
90.60% |
Movilidad descendente |
0.04 |
9.40% |
Movilidad de corta distancia |
0.38 |
88.40% |
Movilidad de larga distancia |
0.05 |
11.60% |
Fuente: Elaboración propia, con base en Encovi 2014. (INE, 2015). |
El ascensor social camina lento
En la primera década y media del siglo XXI se registró una tendencia creciente en la movilidad social educativa en Guatemala (ver Tabla 7), así también en los grupos étnicos, sin embargo en la categoría Indígena hubo estancamiento. Según el sexo, aumentó más para las mujeres que para los hombres, la brecha se redujo pero al final la movilidad fue superior en los hombres. Respecto a la cohorte de edad, fue mayor la movilidad entre quienes tienen 40 o menos años de edad, y se amplió la brecha a favor de estos. En el área rural aumentó en mayor magnitud la movilidad que en el área urbana.
Tabla 7.
Movilidad social educativa, años 2000, 2006 y 2014.
Variable |
Año 2000 |
Año 2006 |
Año 2014 |
Variación |
|
País |
0.3 |
0.36 |
0.44 |
0.06 |
0.08 |
Indígenas |
0.39 |
0.45 |
0.45 |
0.06 |
0 |
No indígenas |
0.38 |
0.41 |
0.49 |
0.03 |
0.08 |
Hombres |
0.33 |
0.38 |
0.46 |
0.05 |
0.08 |
Mujeres |
0.19 |
0.26 |
0.38 |
0.07 |
0.12 |
Igual o menor a 40 años |
0.39 |
0.45 |
0.56 |
0.06 |
0.11 |
Mayores de 40 años |
0.27 |
0.33 |
0.39 |
0.06 |
0.06 |
Urbano |
0.32 |
0.38 |
0.48 |
0.06 |
0.10 |
Rural |
0.46 |
0.48 |
0.51 |
0.02 |
0.03 |
Fuente: Elaboración propia, con base en Encovi 2000, 2006 y 2014. (INE, 2002, 2007 y 2015). |
La baja tasa de movilidad social educativa en el período analizado se explica, entre otros, por el bajo crecimiento económico y el abandono escolar. En el primer caso, la tasa promedio de crecimiento económico del período fue de 3.5%, mayor en medio punto porcentual al crecimiento de la población. En consecuencia la demanda de trabajo, en especial de posiciones técnicas y profesionales, creció a un ritmo moderado. La participación del sector público en la estructura del PIB aumentó solo un punto porcentual, en tanto que la del sector servicios financieros lo hizo en tres puntos porcentuales en el período investigado. En el segundo caso, las causas de la deserción escolar fueron principalmente de tipo económico, trabajo y falta de dinero (ver Tabla 8). En consecuencia, en el país no se dieron las condiciones para una fuerte conexión entre desarrollo y movilidad social, en este caso, educativa, como lo sostiene la teoría liberal (Echeverría, 1999).
Tabla 8.
Guatemala: Razones para abandonar los estudios.
Razón |
Porcentaje |
Trabajo |
32% |
Falta de dinero |
31% |
Oficios de la casa |
16% |
No le interesa estudiar |
12% |
Otras |
9% |
Total |
100% |
Fuente: Elaboración propia, con base en Encovi 2014 (INE, 2015). |
¿Movilidad o reproducción social?
Siguiendo a Bordieu y Passeron (1996), surge la pregunta: ¿Pueden interpretarse los índices de baja movilidad social educativa como expresión de la reproducción de las desigualdades sociales existentes en el país? La evidencia empírica apunta a que la respuesta es sí, ya que predomina la movilidad de corta distancia ante la de larga distancia. Lo anterior se traduce en que los hijos de padres con escasa educación tienen mínimas probabilidades de alcanzar la educación superior; como lo reflejaron las matrices de transición, es casi seguro que una de cada dos personas reproduzca el nivel educativo del padre, solo uno de cada dieciséis logrará obtener diploma de bachiller o equivalente. Los hijos de padres con este nivel educativo reproducirán el mismo nivel en uno de cada dos casos, solo uno de cada tres logrará ingresar a la universidad; mientras que los hijos de padres con estudios universitarios reproducirán dicho nivel en dos de cada tres casos. En Guatemala más que hablar de movilidad social educativa, se debe hablar de reproducción social educativa.
Conclusiones
La trampa de pobreza se observa en las razones de los guatemaltecos para abandonar los estudios, el trabajo y la falta de dinero, dando indicios que las personas no estudian porque carecen de los recursos para hacerlo. Las estimaciones realizadas en este trabajo muestran que la educación del padre incide en la de los hijos, aunque su influencia se redujo durante el período de análisis, y que la movilidad educativa en Guatemala es baja y aumenta en forma lenta, lo que refleja la reproducción de una dinámica de exclusión social.
Un alto porcentaje de la población del país experimenta trampa de pobreza de educación; un niño cuyo padre solo tiene educación primaria, a 2014, tenía una probabilidad de 6% de alcanzar estudios universitarios, mientras que en el 2000 era del 1%, lo que indica que es alta la probabilidad de perpetuar la situación de pobreza entre generaciones, y que la posición social de los hijos está determinada, en una medida importante, por adscripción y no por logro.
Existe diferencia de movilidad educativa entre sexos, edades y lugares de residencia, por ello la política pública en Guatemala, en especial la educativa, debe tener como objetivo prioritario aumentar el nivel de educación de la población, en particular la joven, con el propósito de lograr mayor movilidad educativa. Un aumento de la movilidad educativa contribuye a superar la trampa de pobreza en generaciones futuras. Entre mayor sea el logro educativo de las personas mayor será la probabilidad de sus hijos de reproducir dicho nivel educativo o superarlo y menor la probabilidad de estar en condiciones de pobreza.
Se sugiere para futuras investigaciones, profundizar en la determinación de trampa de pobreza a través de la movilidad educativa entre abuelo y padres, ya que contribuiría a mejorar la documentación de existencia de trampa de pobreza entre generaciones.
Referencias
Banco Mundial. (2009). Guatemala. Evaluación de la pobreza. Buen desempeño a bajo nivel. Guatemala, Guatemala: Banco Mundial.
Barrientos, A. (2007). Does vulnerability créate poverty traps? Recuperado de: http://www.chronicpoverty.org/uploads/publication_files/WP76_Barrientos.pdf
Bendix, R.y Lipset, S. (1969). Clase, status y poder. Madrid, España: Euramérica.
Bordieu, P. y Passeron, J. (1996). La reproducción. Elementos para una teoría del sistema de enseñanza. Barcelona, España: Popular.
Cachón, L. (2001). ¿Movilidad social o trayectoria de clase? Madrid, España: Centro de Investigaciones Sociológicas.
CEPAL. (2014). Panorama social de América Latina. Santiago de Chile, Chile: CEPAL.
Centro de Investigación y Docencia Económica-CIDE. (1982). Centroamérica. Crisis y política internacional. México, D. F, México.: Siglo Veintiuno Editores.
Conconi, A., Cruces, G., Olivieri, S., y Sánchez, R. (2008). E pur si mouve? Movilidad, pobreza y desigualdad en América Latina. Económica, 1-2 (LIV): 121-159.
Echeverría, J. (1999). La movilidad social en España (1940-1991). Madrid, España: Ediciones Istmo.
INE. (2002). Encuesta de condiciones de vida ENCOVI 2000. Guatemala, Guatemala: INE.
INE. (2007). Encuesta de condiciones de vida ENCOVI 2006. Guatemala, Guatemala: INE.
INE. (2015). Encuesta de condiciones de vida ENCOVI 2014. Guatemala, Guatemala: INE.
Martell, O. (2016). Revisión teórica de la trampa de pobreza y divergencia económica entre las entidades federativas de México. (Tesis de maestría) Tijuana, México: El Colegio de la Frontera Norte. Recuperado de https://www.colef.mx/posgrado/wp-content/uploads/2016/11/TESIS-Martell-Silva-Oscar.pdf.
Mayer, K. (1976) Clase y sociedad. Buenos Aires, Argentina: Paidós.
Mediavilla, M. (2004). Movilidad intergeneracional educativa. Análisis del caso brasileño. Recuperado de www.ual.es/congresos/econogres/docs/Educacion/.../Mediavilla.pdf
Mediavilla, M. y Calero, J. (2010). Movilidad educativa en Latinoamérica. Un estudio para seis países. Revista española de educación compara, 16 (1), 287-303.
Ministerio de Educación. (2014). Boletín estadístico anual. Guatemala, Guatemala: Ministerio de Educación.
Nina, E., & Grillo, S. (2000). Educación, movilidad social y trampa de pobreza. Bogotá, Colombia: Fedesarrollo. Recuperado de http://www.repository.fedesarrollo.org.co/handle/11445/1770
PNUD. (2008). Guatemala. ¿Una economía al servicio del desarrollo humano? Guatemala, Guatemala: PNUD.
Solon, G. (1992). Intergenerational income mobility in the United States. The America Economic Review, 393 (82), 393-408.
Sorokin, P. (1956). Social Mobility. Illinois, USA: Free Press.
Shorrocks, A. (1978). The measurement of mobility. Econométrica, 5 (46), 1013-1024.
[1] PhD en Sociología, Universidad Pontificia de Salamanca. Vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Rafael Landívar-Guatemala. E-mail: godiaz@url.edu.gt.