Turismo comunitario basado en el Buen Vivir: Caso de Misminay, Cusco

Emely Astrid Pinares Llerena [1]

Sandra Sotomayor Masalías [2]

Teresa Narcisa López Mendoza[3]

 

Información del artículo

 

Fecha de recepción: 13 de Octubre de 2021.

 

Fecha de aceptación: 15 de Diciembre de 2021.

 

Resumen

En el turismo comunitario se aplica una visión de desarrollo nacida en la región andina para proteger a las etnias, su cultura y estilos de vida en equilibrio con la naturaleza, conocida como el Buen Vivir.  Este estudio tiene por objeto conocer las percepciones de los involucrados en este tipo de turismo del sector Misminay (Cusco, Perú), donde se ofrecen actividades con gran potencial de crecimiento. A partir de la entrevista a profundidad de doce habitantes del sector, se encontró que en la cultura de Misminay se vela por la armonía entre los pobladores y la naturaleza, así como por el crecimiento económico. Por consiguiente, se concluye que los involucrados practican los principios del Buen Vivir, excepto el de la contextualidad.

 

Palabras claves: Involucrados, Turismo, Comunitario, Buen Vivir, Crecimiento Económico, Misminay

JEL Clasificación: Z32

 

Community tourism based on Buen Vivir: Case of Misminay, Cusco

 

Abstract

In community tourism, a vision of development born in the Andean region is applied to protect ethnic groups, their culture and lifestyles in balance with nature, known as Buen Vivir. The purpose of this study is to know the perceptions of those involved in this type of tourism in the Misminay sector (Cusco, Peru), where activities with great growth potential are offered. From the in-depth interview of twelve inhabitants of the sector, it was found that the culture of Misminay ensures harmony between the inhabitants and nature, as well as economic growth. Consequently, it is concluded that those involved practice the principles of Buen Vivir, except that of contextuality.

 

Keywords: Stakeholders, Tourism, Community-based tourism, Buen Vivir, Economic Growth, Misminay.      

 

Introducción

El turismo ha sido uno de los sectores económicos más perjudicados por el confinamiento y cierre de fronteras decretados por varios países a causa de la pandemia del COVID-19 (OMT, 2020). Sin embargo, a pesar de ser sensible ante las crisis, es uno de los sectores que se restablece más rápido (Rodríguez-Toubes y Álvarez de la Torre, 2013), y fomenta mayor inclusión socioeconómica (Barbieri, Sotomayor, y Gil Arroyo, 2019). Según la Organización Mundial del Turismo - OMT (2020), para restablecer el turismo luego de la crisis sanitaria, es necesario focalizarse en la sostenibilidad, es decir mantener el balance entre los aspectos económicos, sociales y medioambientales. Según Chassagne y Everingham (2019), el crecimiento económico está asociado al consumismo, el cual tiene efectos negativos en el entorno natural y comunidades, por lo tanto, es insostenible. No obstante, hay una alternativa de desarrollo denominada el Buen Vivir, que tiene un enfoque biocéntrico, es decir, fomenta el bien del medio natural y social, por encima del crecimiento económico (Chassagne y Everingham, 2020).

 

En la actualidad es importante responder al incremento en la demanda de actividades al aire libre y de naturaleza que se viene dando, tal como se pronosticó desde el inicio de la pandemia, de modo que se evite la aglomeración de personas (OMT, 2020). En Perú, existen varios emprendimientos de turismo comunitario situados en 11 regiones (MINCETUR, 2019), la mayoría de ellos están ubicados en Cusco, específicamente en el Valle Sagrado de los Incas, como es el caso de Misminay. El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo - MINCETUR (2016) ha promovido la actividad turística sostenible en el entorno rural, por medio de la estrategia del turismo comunitario, sin embargo, en Perú esta actividad económica no se promueve específicamente bajo el enfoque del Buen Vivir, que promueve la armonía entre las personas y la reciprocidad con el medio ambiente (Chassagne y Everingham, 2019).

     Hidalgo-Capitán, Arias, y Ávila (2014) establecen que el Buen Vivir o Sumak Kawsay es convivir en comunidad, pues no se concibe tener una vida fuera de la comuna, ya que es en el interior del grupo que se aprende la solidaridad, el respeto por el entorno natural y el mantener los sistemas políticos y económicos que contribuyen al bienestar de todos. Por lo tanto, el presente estudio tiene como objetivo conocer las percepciones de los involucrados acerca del turismo comunitario basado en el Buen Vivir en el sector Misminay. Los emprendimientos de turismo comunitario tienen varios años en Perú, sin embargo, no cuentan con muchos estudios sobre la percepción de los involucrados, considerados agentes fundamentales en el crecimiento del turismo rural (Stone y Stone, 2011). Además de ello, comprender la percepción de todos los involucrados ayudará a una mejor gestión de la actividad turística, principalmente en una de las recesiones más complicadas de los últimos 20 años (OMT, 2020).

 

Revisión de literatura

Percepción de los involucrados en el turismo

Diversos autores han brindado definiciones de percepción a lo largo del tiempo, como Bartley (1982), quien manifestó que la percepción es una forma de pensamiento y comportamiento inmediato. Por su parte, Oviedo (2004) realizó un estudio sobre la percepción basado en la teoría Gestalt, en el cual la percepción describe criterios con información importante de la realidad externa, las agrupa y produce representaciones mentales. En años posteriores, Mancini y Greco (2012) mencionan que la percepción es captar la información a través de los sentidos y procesarla. Asimismo, la percepción puede sufrir algunos cambios a causa de diferentes experiencias, de manera que las personas reformulen y originen un nuevo significado (Vargas, 1994). En el caso del turismo, el punto de vista de los involucrados es alterado por sus experiencias en esta actividad económica, generando una nueva percepción. Es importante mencionar que hay diferentes aspectos que influyen en la percepción y en la participación de los involucrados en la actividad turística (Park, Phandanouvong, y Kim, 2018) como el nivel económico y la educación; esta última permite mejorar el proceso de percepción de la realidad externa por medio del conocimiento y creatividad de las personas (Arias, 2006).

 

Es fundamental comprender la percepción de los involucrados de cada destino de forma individual, puesto que no todos tienen el mismo punto de vista sobre la actividad, de esta manera se comprenderá las necesidades particulares del destino y se realizará una mejor gestión del turismo (Castillo, Osuna, y López, 2012).

 

Involucrados en el turismo comunitario 

El involucrado es un individuo o grupo de individuos que pueden afectar o ser afectados por la actividad turística, fomentando el crecimiento sostenible de un destino (Goeldner y Ritchie, 2009). Los involucrados en el turismo han sido segmentados de diferentes maneras en estudios previos, como Goeldner y Ritchie (2009), quienes los clasificaron en turistas, residentes, empresas y gobierno; Abad (2019) en primarios y secundarios; Caro-Gonzaléz, Acosta, Orgaz, y Castellanos (2015) en empresas privadas, gobierno y grupos sociales. Por otra parte, Sandmeyer (2006) clasificó a los involucrados en miembros de la comunidad y partes interesadas externas, ya que notó una diferencia entre ellos, a pesar de manifestar que no es posible clasificar a los involucrados en grupos definidos. Para el presente estudio, se consideró la clasificación preliminar de Sandmeyer (2006): los miembros de la comunidad son los representantes de turismo de Misminay y las partes interesadas externas son los representantes de la Organización No Gubernamental, quienes apoyaron a Misminay en la actividad turística, y los representantes de los gobiernos: local, regional y nacional.

 

Con respecto a la percepción, Nogué i Font (1992) identifica tres fases: captar el entorno por medio de los sentidos, ordenar y evaluar la información, pero es importante enfatizar que la percepción puede cambiar a causa de nuevas experiencias (Vargas, 1994) o impactos de la actividad turística. Por ejemplo: Park et al. (2018) reconocieron tres grupos de participantes dentro de una comunidad llamada Laos, cada uno con un nivel de percepción distinto. El primer grupo son los participantes activos, quienes tienen una percepción positiva del turismo, la cual influye en sus actividades; el segundo grupo son los participantes pasivos, quienes no tienen una buena percepción, pero participan; por último, los que no participan y prefieren no estar en la comunidad.

 

Turismo comunitario

El turismo rural comenzó con actividades de naturaleza y comunidades rurales, con el fin de mitigar los impactos negativos del turismo de masas. El turismo rural ofrece una diversidad de productos (Zapata, Hall, Lindo, y Vanderschaeghe, 2011), tales como: actividades de agricultura, gastronomía, visita a zonas arqueológicas, entre otros.  De acuerdo a Kieffe (2018), el turismo rural conserva un balance entre los aspectos sociales, ambientales y económicos. Sin embargo, este tipo de turismo no tiene el mismo fin en todos los destinos. En Europa, se enfoca en el medio ambiente (Molina, 2013) y el vínculo con el hombre (Escobedo, 2017).

 

En América Latina se focaliza en el crecimiento del turismo como actividad económica secundaria (Molina, 2013). Más específicamente, en Perú, este tipo de turismo es considerado dentro de una estrategia del MINCETUR (2016), cuyo objetivo es generar una inclusión socioeconómica en entornos rurales localizados cerca a sus principales destinos turísticos. Por otro lado, es importante mencionar que MINCETUR durante muchos años usó el término “turismo rural comunitario”, sin embargo, a partir del año 2019 utiliza el término “turismo comunitario” (Agencia Peruana de Noticias, 2019).

 

Buen vivir

El crecimiento económico está relacionado a la insostenibilidad, ya que, si no se maneja de manera responsable, puede llegar a afectar a la naturaleza, e incrementar la desigualdad y la pobreza en los destinos. Por ello, existen alternativas de desarrollo o visiones de diferentes regiones del mundo que buscan un cambio, tal como: Swaraj proveniente de India, el decrecimiento proveniente de Europa (Kothari, Demaria, y Acosta, 2014) y el Buen Vivir originada en América Latina. Esta última visión, viene tomando más relevancia en los últimos años como un modelo alternativo al capitalismo (Hidalgo - Capitán, Guillén y Deleg, 2014), es decir, se enfoca en mitigar los efectos negativos del crecimiento económico en el entorno natural y las comunidades (Chassagne y Everingham, 2019).

 

En la actualidad, el Buen Vivir se encuentra en la Constitución de Ecuador, bajo el nombre de Sumak Kawsay, y en la Constitución de Bolivia, con el nombre Suma Qamaña (Houtart, 2011). Sin embargo, pese a ser parte de la constitución, ambos países todavía promueven actividades extractivas, lo cual contradice el fin del Buen Vivir (Merino, 2016). Según Maldonado (2010) citado por Hidalgo-Capitán et al. (2014) el Buen Vivir es un reconocimiento a la lucha de los pueblos indígenas de Ecuador por la igualdad de derechos, desarrollo de la economía, control de territorios, así como la armonía con la naturaleza debido a que es considerado la fuente de generación de vida (León, 2015). Esta alternativa de desarrollo se basa en principios que fueron clasificados en seis dimensiones y tres pilares por Chassagne y Everingham (2019) para una mejor organización y comprensión: El pilar social se basa en la relación e interacción entre los involucrados (Chassagne, 2019b) y está compuesta por las dimensiones equidad y cohesión social. La primera dimensión se refiere al equilibrio social (García, 2013) y está conformada por el principio de la pluralidad, es decir diversidad de ser, de conocimientos y visiones; el principio progreso no lineal, se basa en la igualdad de derechos y oportunidades; y el principio de la complementariedad. La cohesión social se refiere a una buena convivencia entre todos (Alcántara, 2012) y está conformada por la comunidad y la armonía.

 

El pilar espiritual es considerado una necesidad esencial, por el cual el hombre busca conocerse a sí mismo y a su entorno (Delgado, Rist y Escobar, 2010). Este pilar está constituido por las dimensiones: sostenibilidad y empoderamiento. La dimensión sostenibilidad fomenta el balance entre el bien social y natural (Chassagne, 2019b), y está compuesta por el principio de la reciprocidad, es decir el respeto mutuo con el ambiente; y el principio de la naturaleza, que buscar lograr el bien de generación en generación. En relación a la dimensión empoderamiento, las comunidades deben crear sus parámetros de empoderamiento (García, 2013) y esta dimensión está compuesta por el principio de descolonización, es decir el respeto por la cultura y creencias; y el principio de cultura, que es el intercambio cultural entre pobladores y visitantes.

 

Finalmente, el pilar material involucra una percepción más integral de la actividad económica, buscando satisfacer las necesidades esenciales de la comunidad y estableciendo límites en la tierra (Chassagne, 2019b). Este pilar está compuesto por las dimensiones: medios de vida y capacidades. La primera dimensión se enfoca en la economía plural y la alternativa para que los pobladores puedan tener una vida digna (García, 2013), y está compuesta por el principio de la soberanía de alimentos, es decir acceder a alimentos como parte de sus derechos; y el principio del uso sostenible de recursos, asociado a satisfacer necesidades fundamentales elaborando artesanías y productos alimenticios. La dimensión capacidades se enfoca en las capacidades humanas para lograr un bien colectivo (Espinosa, 2014) y está compuesta por el principio bienestar y calidad de vida y el principio de la contextualidad, que se enfoca en adaptar la alternativa de desarrollo a cada comunidad.

 

Metodología

Para esta investigación se llevó a cabo un análisis cualitativo, con diseño fenomenológico, de modo que se puedan interpretar aspectos de la vida que van más allá de un estudio cuantificable (Fuster, 2019) en Misminay, situado en el distrito de Maras, provincia de Urubamba, Región Cusco – Perú.  El tipo de investigación es descriptivo y transversal, ya que se requiere obtener datos que permitan explicar las cualidades de las personas y de la comunidad con el propósito de conocer la percepción de los involucrados en el turismo comunitario, así como de los pilares, dimensiones y principios del Buen Vivir, estudiados por Chassagne y Everingham (2019).  La muestra estuvo conformada por los representantes anteriores y actuales de asociaciones, organizaciones y entidades que han tenido experiencia en turismo comunitario en el sector Misminay hasta fines del año 2020. Los entrevistados fueron clasificados en dos grupos: miembros del sector Misminay y partes interesadas externas (ver Tabla 1).

 


 

Tabla 1

Involucrados del sector Misminay

Grupos

Involucrados

Miembros del sector

Presidente de Asociación

Líderes de Asociaciones

Encargados de venta

 

 

 

Partes interesadas externas

Representantes de Organización No Gubernamental.

Representante de la Municipalidad de Maras.

Representante de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo Cusco.

Representante del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.

 

Elaborado por autores.

 

El instrumento de investigación que se utilizó son las entrevistas a profundidad semi – estructuradas, diseñándose una guía de preguntas para cada grupo de involucrados.  Se realizaron 12 entrevistas a los involucrados del Sector Misminay vía telefónica, puesto que las restricciones de viaje por la pandemia de COVID19 no permitieron hacerlo de manera presencial. La entrevista se estructuró en cuatro partes: 1) presentación del entrevistador, 2) solicitud de los datos personales de los participantes, 3) explicación de la definición de turismo comunitario y 4) finalidad del estudio. Las entrevistas duraron entre 50 minutos a 1 hora con 40 minutos.

 

Posteriormente, se elaboró la transcripción completa, la cual se ingresó al software Atlas.ti, donde se resaltaron las frases más importantes y se asoció a los códigos obtenidos del estudio de Chassagne (2019b) y a los nuevos códigos identificados en las entrevistas. Para el presente estudio se consideró que los códigos debían cumplir con al menos dos criterios de saturación, como la frecuencia de categoría, en el cual los códigos debían repetirse 40 veces o más; la densidad, en la cual los códigos se debían asociar 2 veces o más; y la representatividad, en la cual los códigos debían estar presentes por lo menos una vez en 11 documentos o más.  De esa forma se identificaron los códigos más relevantes (Ver Tabla 2).

 

Tabla 2

Criterios de saturación

 

Representatividad

Densidad

Frecuencia

● 1. Social

12

3

415

● 1.1. Equidad

12

4

257

● 1.1.1. Pluralidad

12

4

75

● 1.1.2. Progreso no lineal

12

4

96

○ 1.1.2.1. Jóvenes

12

1

43

○ 1.1.2.2. Mujeres

12

1

58

● 1.1.3. Complementariedad

12

4

119

○ 1.1.3.1. Gobierno (local, regional, nacional)

12

1

61

○ 1.1.3.2. Organización No Gubernamental

11

1

73

● 1.2. Cohesión Social

12

3

197

● 1.2.1. Comunidad

12

1

44

● 1.2.2. Armonía

12

4

167

○ 1.2.2.2. Relación entre pobladores

12

1

134

● 2. Espiritual

12

3

355

● 2.1. Entorno natural

12

3

128

● 2.1.1. Reciprocidad

11

1

46

● 2.1.2. Naturaleza

12

2

91

● 2.2. Empoderamiento

12

3

257

● 2.2.1. Conservación de la cultura

12

4

184

○ 2.2.1.2. Pobladores

12

3

149

● 2.2.2. Intercambio cultural

12

1

90

● 3. Material

12

3

225

● 3.1. Medios de vida

12

3

137

● 3.1.2. Uso sostenible de recursos

12

2

111

● 3.2. Capacidades

12

3

96

● 3.2.1. Bienestar y calidad de vida

12

2

59

● 3.2.2. Contextualidad

12

1

37

 

Nota: La Tabla muestra todos los códigos y los criterios de saturación que debían cumplir para ser considerados en el presente estudio. Es importante recalcar que debían cumplir con al menos dos de los tres criterios.

 

 

Resultados

Luego de analizar las entrevistas, se obtuvo que el 58% de los involucrados eran hombres, sus edades oscilaban entre 26 y 51 años, ubicados en diferentes provincias de Cusco. Es importante mencionar que para este estudio se consideraron las categorías social, espiritual y material del Buen Vivir estudiadas por Chassagne y Everingham (2019), los mismos que se indican en los mapas semánticos obtenidos del resultado en el software Atlas.ti.

 

La categoría social está conformada por equidad y cohesión social (ver Figura 1). La subcategoría equidad está basada en la pluralidad, se refiere a la concienciación de temas que los pobladores debían mejorar. Además, se evidenció que es importante para las partes interesadas externas comprender las opiniones de los miembros del sector, para que se puedan complementar y trabajar juntos. Asimismo, la equidad está basada en el progreso no lineal, se refiere a la igualdad de opinión y trabajo de varones adultos, mujeres y jóvenes. Cabe indicar que, inicialmente los varones no estaban de acuerdo que las mujeres trabajen y afirmaban que el turismo era una pérdida de tiempo, mientras que las mujeres lo veían como una posibilidad de obtener ingresos y mejorar las condiciones de los habitantes del sector, por lo que las partes interesadas externas tuvieron que trabajar bastante en la concienciación de la equidad de los miembros del sector en el turismo.

 

 

Figura 1. Mapa semántico: Categoría Social

Elaborado por autores.

 

La subcategoría equidad también está basada en la complementariedad, que conforme a los resultados es el apoyo y comunicación entre todos los involucrados, es decir miembros del sector y partes interesadas externas.  Con respecto a la subcategoría cohesión social, esta se basa en la comunidad, obteniendo como resultado que los pobladores de Misminay se consideran una familia. De la misma manera, la cohesión social, se basa en la armonía que es el apoyo y comunicación entre los pobladores.  Es importante mencionar que existe una estrecha relación entre los miembros del sector, tanto en la actividad turística como en su rutina diaria, como prueba de ello, las personas de la comunidad trabajaban el terreno de cultivo de los adultos mayores debido a que ya no podían salir durante la cuarentena por el COVID-19, de esta manera tenían un apoyo económico.

 

 La categoría espiritual está conformada por las subcategorías entorno natural y empoderamiento (ver Figura 2). La subcategoría entorno natural (conocida como sostenibilidad) es esencial en la cultura de Misminay y está basada en la reciprocidad, que es el cuidado del ambiente con prácticas ancestrales. De la misma manera, el entorno natural está basado en la naturaleza, que de acuerdo a los resultados es el cuidado del ambiente con nuevas actividades que los miembros del sector han aprendido de las partes interesadas externas. Se debe recalcar que la pachamama (madre tierra) es considerada parte de la familia en la cultura de Misminay, por lo que ellos manifiestan que es fundamental cuidar el medio que los rodea y conservar estas prácticas de generación en generación.

 

Figura 2. Mapa semántico: Categoría Espiritual

Elaborado por autores.

 

Por otra parte, la subcategoría empoderamiento se basa en el intercambio cultural entre pobladores y visitantes. Asimismo, el empoderamiento se basa en la conservación de la cultura, que consiste en preservar las costumbres y tradiciones. Los pobladores manifestaron que para ellos es de vital importancia conservar las costumbres y tradiciones de sus antepasados, no únicamente por la economía que generan para solventar sus gastos, sino porque les otorga identidad, y eso es lo que aprecian quienes los visitan.

 

La categoría material está conformada por las subcategorías medios de vida y capacidades (ver Figura 3). La subcategoría medios de vida, está basada en el uso sostenible de recursos, que según los resultados se refiere a satisfacer las necesidades esenciales con servicios que no dañen el ambiente y está asociada a la conservación de la cultura que pertenece a la categoría espiritual, debido a que conservar las costumbres es un atractivo para el visitante y no perjudican el entorno. Los miembros del sector manifestaron que se enfocan en mantener la agricultura, ganadería y otras actividades con las cuales generan ingresos, porque no dañan el medio que los rodea. Por otro lado, evitan depender económicamente de la actividad turística como las personas de Machu Picchu porque la temporada varía en todo el año.

Figura 3. Mapa semántico: Categoría Material

Elaborado por autores.

Por otro lado, la subcategoría capacidades, está basada en el bienestar y calidad de vida, dentro de los cuales se encuentran los protocolos de bioseguridad. Del mismo modo, las capacidades están basadas en la contextualidad, que se refiere a la adaptación del Buen Vivir en cada comunidad, en este caso, los involucrados concordaron que la armonía entre las personas y con la naturaleza son igual de importantes que el crecimiento económico. Además, señalaron que es importante considerar los aspectos sociales, ambientales y económicos en un mismo nivel, en el caso que el aspecto ambiental sea un punto débil en la gestión, se debe dar la importancia correspondiente, pero sin dejar de lado los otros aspectos.

 

Para el presente estudio se consideró la clasificación de principios del Buen Vivir de Chassagne y Everingham (2019), de manera que se pueda comprender mejor la alternativa de desarrollo. Con respecto a la categoría social, que es el primer pilar del Buen Vivir, los resultados evidencian que se presenta la equidad entre los involucrados de Misminay, por medio de la pluralidad, que es el intercambio de conocimientos entre todos los involucrados (Chassagne, 2019a). En el caso de Misminay, la pluralidad se manifiesta por medio de la sensibilización de las partes interesadas externas a los pobladores en temas que debían progresar. Asimismo, es importante para las partes interesadas externas considerar las opiniones y conocimientos de los miembros del sector, tanto de los varones adultos, mujeres y jóvenes, de manera que se puedan complementar (Jiménez, 2013). Por otro lado, existe buena relación entre los miembros del sector, que no solo se manifiesta en la actividad turística, también se da en su rutina diaria y en situaciones complicadas como fue el confinamiento por la pandemia del coronavirus, de esta manera se demuestra que la cosmovisión andina se enfoca en el apoyo mutuo y respeto (Alcántara, 2012). 

 

En relación a la categoría espiritual, la denominación de la subcategoría sostenibilidad fue modificada a entorno natural, debido a que explica mejor los resultados, evidenciando que es un elemento fundamental en la cultura de los miembros del sector Misminay, por lo que respetan y conservan, de manera que exista armonía con la naturaleza (Houtart, 2011). En Misminay, conservan el medio ambiente con prácticas ancestrales que han mantenido por generaciones, de la misma manera con nuevas prácticas que han aprendido de las partes interesadas externas, confirmando que obtener más conocimientos sobre la conservación, fomenta actividades basadas en la naturaleza (Barbieri et al., 2020). Por otra parte, la subcategoría empoderamiento está basada en cultura y descolonización (Chassagne y Everingham, 2019), cuyos nombres también fueron modificados a intercambio cultural y conservación de la cultura, respectivamente. El intercambio cultural se presenta entre los miembros del sector y visitantes, y según Chassagne y Everingham (2019), la conservación de la cultura consiste en el respeto de los miembros del sector por sus costumbres y tradiciones, en el caso de Misminay el respeto se manifiesta en la revalorización de su cultura, como sus trajes típicos, su música, entre otros. Alcántara (2012) manifestó que valorar la cultura es una necesidad, confirmando en los resultados que el progreso no lineal de la categoría social está asociada a la conservación de la cultura, ya que todos los pobladores (varones adultos, mujeres y jóvenes) trabajan juntos para mantener su cultura por generaciones. 

 

Por último, la categoría material que está compuesta por los medios de vida, el cual explica que las personas pueden tener una vida digna (García, 2013). En el caso de Misminay, el turismo comunitario propone diferentes actividades a los visitantes, tales como la agricultura, gastronomía, entre otros, que les permite generar ingresos extras y satisfacer sus necesidades básicas, por ello los involucrados de Misminay son conscientes que conservar las costumbres es un atractivo para el visitante, generando ingresos sin extraer ni dañar los recursos naturales (Chassagne, 2019b). Cabe resaltar que a pesar del desarrollo del turismo comunitario en Misminay, los miembros del sector han conservado la agricultura, ya que el turismo es estacional y evitan depender de ello (Barbieri et al. 2020). Por otro lado, la categoría material también está conformada por las capacidades, que a su vez está basada en el bienestar y calidad de vida (Chassagne, 2019b), demostrando en los resultados que gracias al ingreso adicional del turismo comunitario han podido mejorar las casas en el sector Misminay, además de ello, ahora los pobladores tienen la oportunidad de enviar a sus hijos a la ciudad de Cusco para estudiar.  

 

La subcategoría capacidades también está basada en la contextualidad, que, a pesar de no cumplir con dos de los tres criterios de saturación, también se considera en el presente estudio debido a que brinda más información sobre la percepción de los involucrados, ya que la contextualidad se refiere a que las iniciativas de la actividad turística se alineen con las necesidades del sector, en vez de enfocarse en el crecimiento económico (Chassagne y Everingham, 2019). Sin embargo, las partes interesadas externas discrepan de la teoría del Buen Vivir, debido a que consideran que el crecimiento económico es igual de importante que establecer la armonía con los hombres y con la naturaleza, tratando de mantener un equilibrio entre los tres aspectos sin dejar de lado uno de ellos. Gil Arroyo, Barbieri, Sotomayor y Knollenberg (2019) manifestaron que fue complicado para varias personas de comunidades indígenas de los Andes peruanos definir la sostenibilidad, esto se demostró en el presente estudio, por ello, las respuestas sobre la contextualidad se enfocaron en las partes interesadas externas, quienes conocían más del término sostenibilidad, por ende, brindaban una respuesta más segura sobre el Buen Vivir. 

 

Conclusiones

Los miembros del sector Misminay y las partes interesadas externas practican la mayoría de los principios del Buen Vivir, a excepción de la contextualidad. En relación a la percepción de los miembros del sector acerca del pilar social, se puede inferir que hay una buena comunicación, intercambio de conocimientos y trabajo en equipo en igualdad de condiciones, es decir varones adultos, mujeres y jóvenes. Además, existe una buena relación y apoyo recíproco entre los miembros del sector, los cuales se presentan en la actividad turística y en su rutina diaria. Sobre el pilar espiritual, se puede concluir que el cuidado del medio ambiente y la preservación de las costumbres son factores muy importantes para los pobladores de Misminay, por lo que los mantienen en generaciones, de esta manera brindan respeto tanto a la naturaleza que es considerada parte de su familia, como a sus costumbres, ya que es parte de su identidad. Acerca del pilar material, se puede concluir que el turismo comunitario ofrece diferentes actividades, como la agricultura, que ayuda a preservar la naturaleza, satisface las necesidades básicas como la alimentación y genera un ingreso extra al sector Misminay por medio de la demostración a los visitantes, de esta manera se conserva esta principal actividad económica.

 

Con respecto a la percepción de las partes interesadas externas sobre el pilar social, se puede concluir que es importante para las partes interesadas externas concienciar a los pobladores en temas a mejorar, como la igualdad de género, de manera que puedan trabajar con un mismo objetivo, además de ello, existe una buena relación y apoyo entre todos los involucrados. Sobre el pilar espiritual, se puede inferir que las partes interesadas externas consideran importante el cuidado de la naturaleza y la preservación de la cultura, por lo que han reforzado estos temas con los pobladores. Acerca del pilar material, las partes interesadas externas enseñaron a los miembros del sector que con el turismo comunitario pueden impulsar el crecimiento económico, y así mejorar la calidad de vida sin afectar el entorno natural. Por lo tanto, el turismo comunitario debe enfocarse en valorar la cultura, conservar el ambiente y considerar el crecimiento económico y sus beneficios, ya que no siempre está asociado al extractivismo o consumismo, al contrario, brinda una mejor calidad de vida, que permite mejorar la infraestructura de las casas, y nuevas oportunidades de educación. 

 

La percepción varía según las experiencias de los involucrados en el turismo comunitario, por lo que también es interesante entender la percepción de los demás involucrados que no han sido considerados en el presente estudio. Según Maldonado (2010) citado por Hidalgo-Capitán et al. (2014), las políticas públicas interculturales en Ecuador no deben ser un tema de especialistas, sino que deberían ser propuestas de modo participativo para los pueblos, caracterizadas por la igualdad, sin embargo, aún existe el pensamiento de considerar una sociedad superior e inferior. En el caso de Perú, algunos de los miembros del sector no se sentían tomados en cuenta por el Estado en temas ajenos al turismo, pese a que tenían apoyo por parte de la Municipalidad de Maras, esta mala percepción genera que no se establezca una buena relación, por lo tanto, no trabajen en armonía como lo hacen dentro del sector o con los demás involucrados del turismo, además es importante tomar como ejemplo otros casos para poder mejorar.

 

Por otro lado, se recomienda realizar más investigaciones sobre el Buen Vivir en otras comunidades que estén en la misma etapa de desarrollo como la comunidad Amaru, ubicada en Pisaq, Cusco – Perú (Barbieri et al., 2020), puesto que pueden tener otra percepción que permita complementar o diferir de la información que se obtuvo. Una de las limitaciones de la presente investigación fueron las restricciones de viaje en algunas regiones de Perú, como Cusco, por lo que se realizó las entrevistas por teléfono, sin embargo, se recomienda realizarlas de forma presencial para las futuras investigaciones, para observar el lenguaje no verbal que permite determinar la comunicación en la concordancia de los gestos y las palabras. 

 

 

 

Contribución de autores

E.A.P.Ll.  Revisión de literatura, metodología, análisis de datos, y redacción del artículo.

S.S.M.       Idea, revisión de literatura, y redacción del artículo.

T.N.L.M.  Revisión de literatura, y redacción del artículo.

 

Referencias

Abad, J. (2019). Los Stakeholders del turismo en Puerto Cayo, Manabí, Ecuador [Tesis de grado], UNESUM.

 

Agencia Peruana de Noticias (2019, 27 de noviembre). Nueva marca del turismo comunitario de Perú se adecuará a nuevas tendencias [Andina]. Recuperado de https://andina.pe/agencia/noticia-nueva-marca-del-turismo-comunitario-peru-se-adecuaraa-nuevas-tendencias-776419.aspx

 

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[1] Licenciada en Administración en Turismo, Universidad San Ignacio de Loyola.- Perú. E-mail: emelypinares4@gmail.com. Código ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5657-4343.

[2] Máster en Parques, Recreación y Turismo, University of Missouri. Docente-investigador, Universidad San Ignacio de Loyola - Perú. E-mail: sandra.sotomayor@usil.pe. Código ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0361-0122.

[3] Máster en Gerencia de Proyectos Educativos y Sociales, Universidad Técnica de Babahoyo. Docente-investigador, Universidad Espíritu Santo – Ecuador. E-mail: tlopezm@uees.edu.ec. Código ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6319-4293.