La educación superior y su influencia en el desarrollo de habilidades emprendedoras
Mariet Denise Zapata Jiménez [1]
Cindy Marianella Navarrete Angulo [2]
Cristian David Jara Ruiz [3]
Información del artículo
Fecha de recepción: 15 de Noviembre de 2022.
Fecha de aceptación: 19 de Diciembre de 2022.
RESUMEN
En el Ecuador el Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos contempla la importancia de la participación de estudiantes en el sector socio productivo, considerándose al desarrollo de las habilidades y destrezas del saber hacer como parte de la formación del talento humano. Este artículo tiene por objeto identificar las habilidades técnicas y blandas que influencian la aptitud emprendedora en estudiantes de un Instituto Tecnológico Superior. El tipo de investigación es de enfoque cuantitativo, no experimental, aplicando la técnica de encuesta y el diseño de un cuestionario de 13 preguntas cerradas a 325 estudiantes. Los resultados demostraron que la habilidad técnica predominante en los estudiantes es la planificación y creación de ideas, y la habilidad para la vida de mayor dominio es la creatividad e innovación.
Palabras clave: Habilidades blandas, habilidades técnicas, educación superior, emprendimiento, formación emprendedora, cultura emprendedora.
JEL Clasificación: I25, M20
Higher education and its influence on the development of entrepreneurial skills
Abstract
In Ecuador, the Organic Code of the Social Knowledge Economy considers the importance of student participation in the socio-productive sector as training of human talent oriented to the development of skills and abilities of know-how. This article aims to identify the technical and soft skills that influence entrepreneurial aptitude in a Higher Technological Institute students. The type of research is quantitative and non-experimental, applying the survey technique and the design of a questionnaire of 13 closed questions to 325 students. The results showed that the predominant technical skill in students is planning and creating ideas, and the life skill with the highest domain is creativity and innovation.
Keywords: soft skills, technical skills, higher education, entrepreneurship, entrepreneurial training, entrepreneurial spirit.
JEL Classification
I25, M20
Introducción
La difícil situación económica debido al desempleo y diversos factores socioculturales ha hecho que muchos jóvenes busquen alternativas que les ayuden a mejorar su estilo de vida, o a subsistir en épocas difíciles como por ejemplo el emprendimiento. Pero, debido a la falta de cultura empresarial, y al desconocimiento para el desarrollo de sus propias habilidades, hacen que se acostumbren a trabajar en ambientes de incertidumbre sin planificaciones previas o el establecimiento de objetivos (Cuarán y otros, 2022).
A lo largo de la historia la humanidad ha sufrido cambios constantes a medida que la sociedad avanza y progresa. Este progreso se puede medir frente a una serie de opciones en el que la dimensión económica es un factor importante para evaluar el éxito, sin dejar atrás el factor político, social y cultural en el que el espíritu empresarial tiene el poder de facilitar un crecimiento en todos estos aspectos de la sociedad (Alean Pico y otros, 2017). Es por ello por lo que en la última década uno de los debates dentro de la educación se ha centrado en la naturaleza estratégica de la formación educativa para el trabajo. La idea de incorporar el concepto de emprendimiento a la educación ha cobrado mucha fuerza, esto con visión al crecimiento económico y personal, la perseverancia, la creatividad y el liderazgo, todas aquellas habilidades necesarias y complementarias en la actualidad (Ibarra-Sangoquiza, 2021). En este contexto, el emprendimiento nace como esa alternativa para contrarrestar esa difícil situación.
El emprendimiento es un proceso que comienza con la intención de emprender y donde uno de los componentes básicos son las habilidades del emprendedor (Bayona, 2022). Asimismo otros autores lo definen como el conjunto de actitudes y conductas que dan lugar a un determinado perfil personal orientado hacia la autoconfianza, la creatividad, la capacidad de innovación, el sentido de responsabilidad, y el manejo del riesgo (Ovalles y otros, 2018). De igual manera se considera al emprendimiento como la habilidad de producir o crear formas nuevas de negocios convirtiéndose en un elemento clave para la economía y la aceleración de la innovación (Parra y Argote, 2015).
En este sentido, el emprendimiento ha evolucionado rápidamente como una estrategia en el ámbito social y de desarrollo personal, llegando a ser un acontecimiento de gran importancia en las últimas décadas. Esto ha permitido al individuo desarrollar habilidades que lo facultan a incursionar en el ámbito empresarial, y de este modo dirigirlo hacia la autosuficiencia con oportunidades de mejorar su estilo de vida (Ovalles y otros, 2018).
Es importante mencionar que para poder desarrollarse dentro de un ambiente empresarial se debe de analizar la capacidad de enfrentar el entorno con habilidades personales y capacidades emocionales, donde el espíritu emprendedor juega un papel importante para el inicio de un emprendimiento. Pero, también existen factores que impiden que los emprendedores superen obstáculos y se consoliden como empresarios, porque el miedo al fracaso los frena (Rivadeneira y Cruz, 2020). Este es un problema que necesita ser analizado desde una perspectiva sociocultural, en donde el sistema educativo debe producir cambios y mejoras en su proceso de enseñanza (Lasio y otros, 2020).
En el Ecuador, el Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos detalla en su artículo 33 la importancia de la participación de estudiantes en el sector socio productivo considerándose como formación del talento humano; hace énfasis en los estudiantes de todos los niveles de formación de educación superior, orientados al desarrollo de las habilidades y destrezas del saber hacer (Sistema Nacional de Ciencia Tecnología Innovación y Saberes Ancestrales, 2016). En conjunto, la Ley Orgánica de Emprendimiento e Innovación en su artículo 18 manifiesta que para fomentar la cultura y educación emprendedora se requiere dentro de todos los ámbitos de educación mejorar las capacidades, habilidades y destrezas que permitan emprender con éxito iniciativas productivas haciendo énfasis en la formación en habilidades técnicas y blandas tales como liderazgo, creatividad, ética empresarial, entre otras (Presidencia de la República del Ecuador, 2020).
El presente estudio tiene por objeto analizar los factores que influyen en la intención emprendedora de los estudiantes desde su personalidad, aptitudes y actitudes hasta las necesidades del aprendizaje en aulas educativas superiores. Los resultados de este análisis permitirán detectar la importancia de una educación superior basadas en habilidades que le permita a los emprendedores generar iniciativas que tengan una larga duración, midiéndose en el aumento del rendimiento, y de la productividad como habilidades blandas y las adquiridas en las aulas que ayudarán a la planificación en base al conocimiento adquirido.
Revisión de literatura
Educación superior y la formación emprendedora
El desarrollo del emprendimiento debe ser contemplado dentro de todos los niveles educativos, pero para identificar y potenciar las habilidades técnicas y blandas necesarias en estos emprendimientos es importante realizarlo dentro de la educación superior. Hoy en día los estudios universitarios ocupa un papel muy importante en la formación emprendedora de los estudiantes, ya que contempla la primera instancia en que un estudiante llegue a tomar contacto con una empresa, respondiendo al objetivo primario de toda educación, insertar eficientemente a una persona en el medio social, enfrentándose con éxito al mundo empresarial en un futuro cercano o lejano (Mazacón y otros, 2019). La Ley Orgánica de Emprendimiento e Innovación, en el capítulo IV, Art. 19, menciona la formación en habilidades técnicas y blandas, desarrollo de competencias para el emprendimiento basadas en el crecimiento personal del estudiante, la responsabilidad ambiental y social, la ética empresarial, autoconfianza, toma de decisiones, toma de riesgos calculados, creación de valor, liderazgo, creatividad, resolución de conflictos y demás que fueran necesarias para formar al emprendedor (Presidencia de la República del Ecuador, 2020). Las entidades que regulan la educación en el Ecuador: Ministerio de Educación y la Secretaría de Educación Superior Ciencia y Tecnología (SENESCYT) o cualquier institución que la sustituya, velarán por que se desarrollen planes de estudio en los niveles de educación primaria, secundaria y superior con contenidos educativos y criterios de evaluación orientados al desarrollo y fortalecimiento del espíritu emprendedor e innovador (Ministerio de Educación, 2017; SENESCYT, 2019).
La formación tiene una connotación integral porque con ella se adquiere la capacidad para ser competente en la concepción personal, cultural, socio laboral y lo llama a la autorrealización, convivir de manera pacífica y solidaria en la sociedad (Tobón, 2010). Cabe destacar que, algunos autores señalan la correlación indudable entre el desarrollo de un emprendimiento y las competencias adquiridas en los entornos de la formación educacional (Suárez Ortega y otros, 2020). Considerando que la educación y formación son factores importantes para el individuo, porque dependiendo de ellos se toman decisiones que influyen en el desarrollo económico y social de un país y su capacidad de respuesta oportuna ante situaciones imprevistas (Sánchez Espada y otros, 2018; Mazacón y otros, 2019)
La experiencia del Programa GAZE acerca del impulso del conocimiento emprendedor en el aprendizaje superior realizado en Gipuzkoa-País Vasco, se visualiza el desarrollo y creación de proyectos para la iniciativa de nuevos emprendimientos (Spila y otros, 2011). En este proceso se dan soluciones a problemas presentados, dudas o capacidades. La importancia de la elaboración de planes de trabajo y la participación en territorio de empresas reales para poner en marcha los conocimientos es fundamental para el fortalecimiento de ese espíritu emprendedor (Zornoza y Gras, 2019). El aprendizaje debe de ser participativo, activo, animado e importante para el estudiante, esto, a través de diversas materias que fortalezcan el desarrollo de competencias emprendedoras (Ibarra y Melo, 2017). Los modelos o metodologías propias de las universidades deben educar conscientemente al emprendedor, donde van encaminados a conocer su entorno, los problemas reales del mundo empresarial y tomar las decisiones certeras, para que no detengan su actividad y esfuerzo y sigan buscando nuevas oportunidades (Saldarriaga y Guzmán, 2018).
La educación emprendedora debe estar dirigida a formar ciudadanos emprendedores desde una óptica de autosuficiencia, asumiendo la enseñanza didáctica para el aprendizaje fundamentándose en problemas y soluciones, es decir el desarrollo de competencias que le permita asumir riesgos, tener creatividad e iniciativa (Aguilar, 2021). En el proceso educativo de los jóvenes emprendedores se requiere que reconozcan sus derechos y deberes, solucionen problemas y desarrollen una creatividad sostenible como parte integral de su formación emprendedora, la cual se relaciona con el desarrollo regional en lo económico, social y ambiental (Saldarriaga y Guzmán, 2018).
La enseñanza para consolidar una cultura emprendedora
De acuerdo a la Ley Orgánica de Emprendimiento e Innovación, la cultura emprendedora es el conjunto de cualidades, conocimientos y habilidades necesarias que posee una persona para gestionar un emprendimiento (Presidencia de la República del Ecuador, 2020). Busca el desarrollo humano del individuo y de la comunidad propiciando comportamientos benéficos para la mejora personal, profesional, y a su vez del empleo y del desarrollo socioeconómico, considerándose que el emprendimiento tiene una relación directa con las habilidades y el comportamiento del emprendedor. La cultura emprendedora entonces se integra por el conjunto de valores, habilidades y actitudes para la resolución de las situaciones que surgen en el ámbito empresarial (González y otros, 2018).
Si se habla de educación empresarial se debe pensar en ella como un medio para estimular el interés, el compromiso, la creatividad y otras habilidades en los estudiantes. Para poder comprender esta relación, es importante definir que la educación es una herramienta poderosa que les permite a los individuos adquirir conocimientos, desarrollar competencias que son puestos en práctica a través de un empleo (Fuentes y otros, 2022).
En el contexto específico de la formación y orientación educacional de jóvenes estudiantes, el emprendimiento se concibe como una potencial transformación en la trayectoria profesional de un individuo (Suárez Ortega y otros, 2020). Es por ello que la actividad empresarial y la educación están estrechamente vinculadas al día de hoy (Rivadeneira y Cruz, 2020). El conocimiento empresarial da soporte a muchas acciones de negocios y su efecto es muy importante para su crecimiento (Valenzuela y otros, 2022). La educación empresarial es la forma en que un programa de formación superior desarrolla la espiritualidad, la orientación y las habilidades de los estudiantes para la vida profesional.
En este escenario, es importante que el individuo fortalezca estos aspectos que le ayudarán a identificar oportunidades de negocio a través de un conjunto de rasgos mentales, motivacionales y perceptivos (Hémbuz Falla y otros, 2020). Para que esto se desarrolle de una manera adecuada debe de complementarse con herramientas que puedan fortalecer esas habilidades; es aquí donde entra la educación. La enseñanza para consolidar ese espíritu emprendedor está vista desde una perspectiva económica donde la formación superior orienta a los sujetos al trabajo y la vinculación con la sociedad en un panorama productivo donde se visualiza al individuo como un generador de riquezas (Acosta, 2019).
El espíritu emprendedor es una aptitud innata del individuo que posee creatividad y capacidad de innovación (Zornoza y Gras, 2019). Psicológicamente son vistos como individuos cuyos comportamientos, virtudes y valores los impulsan a la autorrealización y asumir riesgos (Sigüenza Orellana y otros, 2022). Es fundamental indicar que la literatura sobre este tema reconoce con amplitud siete aspectos del espíritu emprendedor: el comportamiento innovador; la autoeficacia emocional; la autoconfianza; el liderazgo; la motivación; la tolerancia a los fracasos y la proactividad (Carlos Ornelas y otros, 2015)
Habilidades asociadas al emprendimiento
De acuerdo con la Ley Orgánica de Emprendimiento e Innovación (Presidencia de la República del Ecuador, 2020) se considera que el estudiante debe adquirir en su nivel formativo el desarrollo de habilidades técnicas y blandas, orientadas al desarrollo y afianzamiento del espíritu emprendedor e innovador. Dentro de la Tabla 1 se visualizan las habilidades necesarias en la educación según la ley.
Tabla 1. Habilidades técnicas y blandas del estudiante
Blandas o de la vida |
Técnicas adquiridas con la educación |
Creatividad e innovación |
Ética empresarial |
Pensamiento crítico |
Responsabilidad social y ambiental |
Trabajo en equipo |
Toma de riesgos calculados |
Liderazgo |
Expresión oral |
Actitud positiva |
Conocimiento de contenidos específicos |
Proactividad |
Desarrollo de proyectos |
Resiliencia |
Habilidades lingüísticas |
Solución de problemas |
Uso de programas |
Sociabilidad |
Manejo de herramientas tecnológicas |
Responsabilidad |
Procesos para planificar y crear |
Elaborado por los autores.
La habilidad, la competencia, la destreza y la aptitud están estrechamente ligadas al momento de conceptualizar estos términos. En cuanto a la habilidad emprendedora, es definida como la disposición de un individuo para identificar y explotar oportunidades que le permitan iniciar un negocio (Ovalles y otros, 2018).
En estas transiciones se pueden encontrar las habilidades blandas o habilidades para la vida, que son facultades psicosociales que permiten a las personas hacer frente con éxito a las demandas y desafíos de la vida cotidiana con un comportamiento adaptativo y positivo. Las habilidades cognitivas, las habilidades para el control de las emociones y la generación de confianza en sí mismo, permiten que el ser humano se sienta conforme con lo que es, desplegando todo su potencial en la relación con el entorno (Acevedo y otros, 2017).
Por lo tanto, para poder desarrollar estas habilidades que son fundamentales para el inicio de un emprendimiento (Torres, 2017), es necesario puntualizar que depende muchas veces de la dirección y el acompañamiento del entorno familiar, social y académico. Es oportuno mencionar que, en el proceso educativo, las estrategias están diseñadas para que en la práctica sea mucho más fácil desarrollarse dentro de un ambiente de cultura con enfoque social de manera apropiada, eficaz y sin temores (Carrillo Sierra y otros, 2018), permitiéndole con esto al estudiante comprender lo transcendental de las herramientas educativas. En este mismo aspecto, el buen funcionamiento de estas habilidades será un factor importante al incursionar en un entorno empresarial con una adecuada inteligencia emocional. Es por esta razón, que las universidades necesitan ser conscientes y saber qué aspectos de la vida de los estudiantes se pueden mejorar para impactar positivamente, dando una respuesta oportuna a sus necesidades (Pérez Villalobos y otros, 2018). Esto, en virtud de que ellos han elegido una carrera universitaria en función de sus conocimientos, habilidades y del requerimiento laboral del país.
En este ámbito se puede decir que las habilidades adquiridas en el proceso de la formación superior hacen que el individuo obtenga conocimientos que lo facultan a enfrentar su entorno y pierda el miedo al fracaso. Las habilidades técnicas que un estudiante recibe en aula fortalecen conocimientos específicos del ejercicio profesional, los cuales apoyan el logro de los objetivos de la organización (Araya y Garita, 2019).
Metodología
Esta investigación descriptiva recogió antecedentes investigativos de diferentes bases de datos científicas, las cuales sirvieron para el análisis de las habilidades emprendedoras, lo que permitió identificar los factores necesarios que permiten al emprendedor interactuar y desenvolverse positivamente en un entorno social y profesional. Con el propósito de cumplir con los objetivos en este estudio se aplicó un enfoque metodológico cuantitativo no experimental (Sánchez y Murillo, 2021), utilizando datos de corte transversal (Rodríguez y Mendivelso, 2018). Se diseñó un cuestionario de 13 preguntas cerradas sobre las habilidades emprendedoras más relevantes de acuerdo con la literatura citada, el cual fue evaluado por cuatro expertos externos a la institución, pero afines al dominio de la investigación para determinar la validez de contenido del cuestionario.
La población de estudio comprende un total de 325 estudiantes matriculados (164 hombres y 161 mujeres) en los últimos semestres de las carreras de administración de empresas y marketing en un Instituto Superior Tecnológico (periodo académico 2021-2022) de la ciudad de Guayaquil, con edades comprendidas entre 18 y 31 años.
Resultados
En la Tabla 2 se observa que un 40% de los participantes consideran la planificación y creación de ideas como una de las habilidades técnicas que más dominan dentro de su entorno académico. Marín (1975) señala que, el estudio para desarrollar la creatividad aborda los objetivos principales de toda educación, es decir, integrar a los individuos de manera efectiva en los entornos sociales para que puedan afrontar con éxito el mundo que les espera.
Tabla 2. ¿Qué habilidades técnicas domina más en su entorno académico?
Habilidades |
Porcentaje |
Planificación y creación de ideas |
40% |
Manejo de herramientas tecnológicas |
31% |
Desarrollo de proyectos |
17% |
Conocimiento de contenido específico |
8% |
Responsabilidad social |
3% |
Uso de programas |
1% |
Elaborado por autores.
En la Tabla 3 se identifican las habilidades blandas que los estudiantes dominan en su entorno académico, siendo la creatividad y la innovación la de mayor dominio (41%). El Sistema Nacional de Ciencia Tecnología Innovación y Saberes Ancestrales (2016) junto a la Ley Orgánica de Emprendimiento e Innovación (Presidencia de la República del Ecuador, 2020), en su artículo 18, promueven la cultura y educación con respecto al emprendimiento en base a la formación de habilidades técnicas y blandas con énfasis en la creatividad y el liderazgo, aspectos fundamentales para tener éxito al emprender.
Tabla 3. ¿Qué habilidades blandas domina más en su entorno académico?
Habilidades |
Porcentaje |
Creatividad e innovación |
41% |
Liderazgo |
27% |
Responsabilidad |
16% |
Solución a problemas |
8% |
Trabajo en equipo |
6% |
Sociabilidad |
2% |
Elaborado por autores.
Además, se consultó a los estudiantes sobre sus expectativas al culminar la carrera que cursa actualmente. El 52% indicó que querían aplicar lo aprendido en un negocio propio, 30% que lo aplicaría en su entorno laboral actual, el 15% quería poder trabajar, y el 3% obtener un título. Se puede determinar que los estudiantes están conscientes que, al culminar sus estudios universitarios, si aplican las habilidades técnicas alineadas a sus habilidades blandas, esto les permitirá incursionar en el sector socio productivo con un negocio propio.
Según la Tabla 4, la principal causa para tener un negocio propio es la búsqueda de independencia laboral (39%). Un emprendedor se ve a sí mismo como un individuo independiente y autosuficiente que está listo para enfrentar lo que suceda como resultado de su decisión, esto se relaciona con lo expuesto por Navarro y otros (2010), con respecto a la autonomía. Las personas se distinguen por alguna habilidad que los motiva a realizar actividades propias de su destreza, y si esta es aprovechada tendrá como resultado un éxito personal y profesional.
Tabla 4. ¿Por qué es importante para usted tener su propio negocio?
Razón |
Porcentaje |
Por independencia laboral |
39% |
Por complementarlo con mis estudios |
26% |
Por falta de plazas de trabajo |
11% |
Porque tengo ideas nuevas No deseo un emprendimiento |
19% 5% |
Elaborado por autores.
Otras de las preguntas abordadas en esta encuesta es sobre las gestiones que la institución de educación superior debería realizar para fomentar la práctica del emprendedor. El 54% mencionó networking, tendencias digitales para emprendedores (21%), espacios para la difusión y promoción de emprendimientos (15%), y educación comunitaria emprendedora (10%).
El programa Conquito (2018), desarrolla actividades que refuerzan y animan el emprendimiento solidario y desarrollo empresarial de los actores económicos nacionales y solidarios (comunidades, asociaciones, sectores y unidades cooperativas), de la economía productiva del área metropolitana de Quito. Para su realización, las unidades trabajan bajo una cadena de valor que mapea los procesos a desarrollar dentro de la etapa de emprendimiento y desarrollo empresarial mediante la implementación de proyectos basados en tres objetivos: Impulsar, Crecer y Fortalecer.
Con respecto a los resultados que arroja el estudio realizado por Guillén y otros (2004), acerca de las actitudes emprendedoras en estudiantes de nivel superior, se debe recalcar que los autores identificaron que, para los estudiantes la experiencia y los contactos son más importantes que los estudios. Sin embargo, dichos resultados difieren del estudio realizado en este artículo donde los estudiantes ven la necesidad de la educación superior para lograr desarrollar habilidades que la educación proporciona, esto, con el propósito de fortalecer las bases de un emprendimiento y logar así llegar al éxito esperado. Se debe tener en cuenta que el estudio realizado por Guillén y otros (2004) fue hace más de 15 años de modo que, los cambios que se han generado a nivel económico, político, y social, sumado al avance tecnológico, el crecimiento y el dinamismo de los negocios han obligado a las personas a estar más preparadas para afrontar estos nuevos cambios y tener la capacidad de adaptarse al entorno con herramientas que solo la educación facilita.
El emprendimiento es un proceso que fomenta la innovación utilizando recursos humanos y tecnológicos adecuados, en donde el aporte que genera la educación para su desarrollo, fomenta la productividad, mejora el nivel de vida, crea empleos, inspiran a otros a realizar un emprendimiento, incrementa el número de empresas y la producción de nuevos productos o servicios. Una vez realizado el análisis de la influencia de la educación superior en el desarrollo de las habilidades necesarias para un emprendimiento en estudiantes de un Instituto Superior Tecnológico, se identifica que estas habilidades pueden ser técnicas y blandas. Al aplicar el enfoque metodológico se distingue la importancia que el tema está generando en la comunidad académica superior con respecto a la necesidad indispensable de la incorporación de estas habilidades en su currículo. Se identificaron las habilidades técnicas como: Planificación y creación de ideas, manejo de herramientas tecnológicas, desarrollo de proyectos, conocimiento de contenido específico, responsabilidad social y uso de programas. Asimismo, las habilidades blandas en los estudiantes tales como: creatividad e innovación, liderazgo, responsabilidad, solución a problemas, trabajo en equipo y sociabilidad.
En este contexto específico, la creatividad e innovación, como habilidad blanda, y la planificación y creación de ideas, como habilidades técnicas, tienen una relación mutua al momento de emprender, ya que lo aprendido en la vida personal hace que el estudiante lo complemente con lo aprendido en la educación superior.
Conclusiones
Luego de haber realizado el estudio sobre la educación superior y su influencia en el desarrollo de habilidades emprendedoras, se puede concluir que las citas encontradas permiten divisar un panorama amplio con respecto a la importancia que genera el tema en la comunidad, donde se ha observado que el emprendimiento se ha convertido en un factor crucial a partir de las habilidades que adquieren los emprendedores sean estas innatas o adquiridas con preparación académica, y la necesidad de complementarlas al momento de iniciar un negocio propio. En la actualidad la educación superior se ha convertido en un elemento esencial para incorporar a los jóvenes en los lugares de trabajo del futuro en donde podrán enfrentar los desafíos de un mundo globalizado. Las instituciones educativas deben apuntar a desarrollar estas habilidades en los estudiantes, las cuales serán fundamentales en su preparación y que emplearán cuando desarrollen su propio negocio. Es por ello que, dentro de un entorno laboral competitivo los jóvenes necesitan tener habilidades qué se ajusten a las necesidades y oportunidades actuales para poder así emprender con éxito. Es aquí donde la educación superior juega un papel importante al momento de identificar necesidades, talentos, y falencias de los estudiantes, independientemente de la carrera cursada, para fomentar profesionales innovadores con visión empresarial.
El formar dentro de las aulas nuevos emprendedores, creativos e independientes aporta al desarrollo económico de un país y predomina como uno de los factores más importantes dentro de la actividad productiva; el emprendedor en todas sus dimensiones es una fuente de crecimiento, ya que posibilita el desarrollo sostenible, la creación y distribución de riqueza. Pero para que esto funcione debe tener la capacidad de iniciar, mantener y sobre todo afrontar nuevos desafíos propios de la tecnología actual. Por lo tanto, el fomentar las habilidades emprendedoras en los estudiantes requiere de un conjunto completo de acciones, recursos, estrategias e instrumentos destinados a potenciar el espíritu emprendedor entre todos los miembros de la comunidad educativa, quienes deben estar coordinados de forma integrada.
En resumen, los resultados expuestos son específicos al demostrar que los estudiantes en su mayoría, poseen habilidades propias en cuanto a la creatividad e innovación y ven en la educación una herramienta fundamental para desarrollarlas y lograr implementarlas en un emprendimiento. Entienden que es una labor continua que precisa esfuerzo, compromiso y conocimientos.
Entre las limitantes de este estudio se considera la comparativa de las habilidades que poseen los estudiantes de otras instituciones superiores, sean estas públicas y privadas, en relación con la muestra de estudio.
Para futuras investigaciones se considera realizar un estudio en el cual se aplique un diseño investigativo experimental, no descriptivo, que permita analizar en tiempo real el desarrollo de las habilidades obtenidas del resultado de diferentes evaluaciones psicométricas, tales como Cleaver o Moss, evaluando a una muestra dentro del experimento en donde deben realizar actividades en el entorno académico para establecer resultados concretos y precisos en el campo de acción.
Contribución de autores
M.D.Z.J. Idea, Revisión de literatura, metodología, análisis de datos, y redacción del artículo.
C.M.N.A. Revisión de literatura y redacción del artículo.
C.D.J.R. Revisión de literatura y redacción del artículo.
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[1] Maestrante en Marketing Digital, Universidad Internacional de la Rioja. Docente-investigador, Instituto Superior Tecnológico Argos - Ecuador. E-mail: mzapata@tecnologicoargos.edu.ec. Código ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3412-4330.
[2] Máster en Dirección de Operaciones y Calidad – Universidad Internacional de la Rioja. Docente-investigador, Instituto Superior Tecnológico Argos - Ecuador. E-mail: cnavarrete@tecnológicoargos.edu.ec. Código ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5966-0500.
[3] Máster Universitario en Sistemas Integrados de Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales, la Calidad, el Medio Ambiente y la Responsabilidad Social Corporativa, Universidad Internacional de la Rioja. Docente-investigador, Instituto Superior Tecnológico Argos - Ecuador. E-mail: c_jara@tecnologicoargos.edu.ec. Código ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1195-9618.